Apenas cuatro minutos diarios de actividades rutinarias de alta intensidad, como subir escaleras rápidamente o cargar compras pesadas, disminuyen considerablemente el riesgo de infarto e insuficiencia cardiaca entre las mujeres de mediana edad.
Para tener un cerebro sano hay que hacer ejercicio. Los neurólogos recomiendan practicar 30 minutos durante 5 días a la semana para potenciar sus efectos, mejorar la memoria y el aprendizaje y disminuir el riesgo de deterioro cognitivo. Estos beneficios intelectuales se transmiten también a los hijos y nietos, según los últimos estudios.
Un estudio, liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, revela una vía de señalización molecular entre músculo y cerebro que controla que al hacer ejercicio tengamos el impulso de no parar. Los resultados podrían servir de base para diseñar fármacos que predispongan al ejercicio, y elaborar planes de entrenamiento personalizados.
Realizar más actividad física de intensidad moderada en las horas finales del día se asocia con una mejor metabolización del azúcar en sangre en hombres y mujeres con sobrepeso, especialmente, en personas con riesgo de resistencia a la insulina o diabetes tipo 2, según indica una investigación dirigida por la Universidad de Granada.
Ambos factores pueden ayudar a superar los déficits de función pulmonar en la primera infancia, con importantes implicaciones para la salud respiratoria a largo plazo, según un nuevo estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona.
Con 10.000 nuevos casos al año en España, encontrar tratamientos eficaces para optimizar la calidad de vida y ralentizar el progreso de la enfermedad resulta fundamental para las personas afectadas. La medicación personalizada según la genética de cada paciente supone uno de los avances más esperanzadores.
Una investigación internacional liderada por la Universidad Complutense de Madrid integra en un único modelo la información que relaciona ejercicio y presencia de la proteína ApoE4, un marcador genético en el alzhéimer. Pese a que la capacidad protectora del deporte se reduce según avanza la enfermedad, no llega a eliminarse del todo y contribuye a retrasar el inicio de la sintomatología clínica.
Investigadores de la Universidad de Granada cuestionan que realizar actividades físicas de manera regular tenga efectos positivos a nivel cognitivo como se pensaba. Tras revisar más de un centenar de artículos científicos sobre esta materia, han concluido que no hay evidencia sólida que muestre una relación causal entre la práctica deportiva y efectos positivos sobre la cognición.
Elegir alimentos con criterio de sostenibilidad es bueno para la salud humana y para el planeta. Así lo propone la nueva guía saludable de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que también promueve la actividad física de todas las personas.
La pandemia de la covid también ha pasado su factura a los niños y adolescentes españoles. Los menores entre 8 y 16 años son ahora más infelices y un tercio de ellos tiene sobrepeso. Así se desprende del Estudio PASOS 2022 de la Gasol Foundation, cuyos datos preliminares acaba de presentar este experto en salud pública y doctor en biomedicina, que ha sido su investigador principal.