Los demonios de Tasmania, protagonistas de #Cienciaalobestia, se han visto al borde de la extinción por la rápida propagación de la enfermedad tumoral facial en los últimos 20 años. Ahora, el análisis de ejemplares aparentemente resistentes al cáncer ha permitido descubrir genes y mutaciones que parecen estar involucradas en la regresión de los tumores.
Desde hace dos décadas, una contagiosa enfermedad que provoca tumores faciales está devastando las poblaciones de demonio de Tasmania, un marsupial carnívoro cada vez más amenazado. Un ensayo, centrado en la estimulación del sistema inmunitario de este animal, ha logrado que los tumores disminuyan y desaparezcan. El trabajo supone un gran avance hacia el desarrollo de una vacuna para conservar a la especie, protagonista de #Cienciaalobestia.
Un equipo científico internacional ha logrado secuenciar el genoma de cáncer más antiguo descifrado hasta ahora, que ha sobrevivido 11.000 años. Se trata de un cáncer venéreo transmisible en cánidos que causa tumores genitales y que continúa propagándose entre perros domésticos hasta hoy.
Un ejemplar del demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) en Bicheno (Australia).
Demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) sano.