Calderones comunes en / CIRCE
Los calderones comunes (Globicephala melas) que residen en el estrecho de Gibraltar coordinan sus movimientos así como las actividades que realizan dentro de cada grupo, y se identifican unos a otros mediante sonidos. Para conocer los patrones de comportamiento de estos cetáceos, científicos españoles y estadounidenses han colocado a los mamíferos pequeñas marcas electrónicas con un sistema de ventosas que les permitirán observar los movimientos en 3D.
Gracias a los sonidos que emiten los delfines mulares bajo el mar para localizar a sus presas, un equipo de científicos, con la participación de la Universidad Complutense de Madrid, ha medido su presencia en siete áreas marinas protegidas de la costa mediterránea española. Los resultados indican que el buceo y las embarcaciones de recreo ahuyentan a los cetáceos. Sin embargo, no lo hacen ni la pesca de arrastre ni las piscifactorías, ya que favorecen la captura de alimento.
La barrera hematoencefálica protege a las células del cerebro para que algunos compuestos tóxicos no lleguen a los receptores del sistema central. Sin embargo, hay algunos contaminantes que pueden atravesarla. Un estudio internacional, con participación española, ha descubierto que los contaminantes de llama, tanto los clásicos como sus sustitutos, y algunos compuestos biológicos, son capaces de traspasar esta barrera en algunos cetáceos y penetrar en su cerebro.
Investigadores de la Universidad de Valencia han descubierto percebes que habitan exclusivamente en las aletas de pequeños cetáceos, en concreto, en delfines de aguas tropicales y templadas. A pesar del intenso movimiento del mamífero, los percebes logran alimentarse y reproducirse. Hasta ahora, este comportamiento, descrito en la revista PLoS ONE, no se conocía.
Varias especies de cetáceos del golfo de Cádiz y del estrecho de Gibraltar acumulan en sus organismos niveles importantes de contaminantes llamados retardantes de llama, ampliamente usados en la industria y que pueden encontrarse en la ropa y los aparatos electrónicos, entre otros. Algunos de ellos, los PBDE, están prohibidos por la convención de Estocolmo de 2004. Estos son los resultados pioneros de un estudio español que ha analizado muestras de 67 delfines del sur del Mediterráneo.
Cazadas y perseguidas por su carne y espesa piel, las belugas son un anhelado objeto de deseo para decenas de acuarios del mundo. De los más de 230 ejemplares en cautividad, el 80% ha sido capturado en su hábitat natural, sobre todo en aguas rusas. Solo el Acuario de Vancouver (Canadá) prohíbe la adquisición de belugas salvajes. La reciente muerte de una de ellas en el SeaWorld de Orlando (EE UU) vuelve a centrar las miradas en las ballenas blancas.
Captura de ejemplares de beluga en el mar de Okhotsk (Rusia). El destino de estos cetáceos son los acuarios. / Evgeny Tagiltsev
Centro al este de Rusia (Nakhodka) en el que se retienen a las belugas de forma temporal antes de ser trasladadas a los acuarios. / Maxim Lanovoy
La distribución de las orcas está delimitada al golfo de Cádiz en primavera y el estrecho de Gibraltar en verano./ CIRCE