En la mayor parte de los casos, los carnívoros juegan un papel esencial en la formación de yacimientos arqueológicos y paleontológicos. Esto se observa en las marcas que dejan sobre los huesos acumulados, lo que a menudo supone la única pista disponible para determinar qué animales intervinieron en la formación de un yacimiento.
La gran cantidad de restos fósiles de mamíferos carnívoros en un yacimiento de Cerro de los Batallones (Torrejón de Velasco) se debe al sistema de cuevas, una trampa natural que impidió a estos animales salir, después de que entraran a buscar comida o bebida. Los resultados de este estudio, en el que ha participado el CSIC, se publican en el último número de la revista PLOS ONE
Un problema con el que se enfrentan con frecuencia quienes investigan sobre restos arqueopaleontológicos es la dificultad para dilucidar la autoría de las marcas realizadas con los dientes. Con el fin de contribuir a solucionar el problema, una investigación liderada por el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, ha realizado un estudio experimental basado en 200 huesos modernos aplicando los resultados a los fósiles descubiertos en los yacimientos de Atapuerca.
Un equipo de paleontólogos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) encuentra una nueva especie de felino en los yacimientos del Cerro de los Batallones, en Madrid, y aporta nuevos datos sobre la evolución de los pequeños felinos europeos del Mioceno superior.
Los carnívoros de la Península, como el lince ibérico, sufren una amenaza creciente: las garrapatas se adaptan a las condiciones climáticas cambiantes, incluso a ambientes extremadamente áridos. Un estudio liderado por españoles confirma la innata capacidad adaptativa de las garrapatas al clima.
Andalucía es la única comunidad autónoma que aprueba en las medidas empleadas para luchar contra los cebos envenenados. Valencia cierra el ranking y solo tres regiones cuentan con planes específicos contra esta lacra, según el informe La lucha contra el veneno en España. Clasificación por comunidades autónomas, presentado hoy por WWF España.
La mayoría de dinosaurios parecidos a las aves, los celurosaurios, se alimentaban de plantas.
La comunidad científica sabía que muchos carnívoros consumen frutos, pero pensaba que era algo anecdótico. Ahora investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) revelan que carnívoros como los zorros y las martas desempeñan un papel importante en la reproducción y dispersión de las plantas con frutos.