Investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) han estudiado la migración de grupos celulares mediante un control de luz azul. Así han demostrado que no existe una célula líder que guíe el movimiento colectivo, sino que todas participan en el proceso. El hallazgo podría ayudar en tratamientos frente a la proliferación de tumores o para acelerar la curación de heridas.
Científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas Sols-Morreale (CSIC-UAM) han creado un biobanco de cultivos celulares 3D, tanto normales como tumorales de colon y recto, a partir de biopsias de más de 150 personas con cáncer colorrectal. Se trata de una vía novedosa para estudiar la enfermedad y aproximarse a la medicina personalizada, según nos cuentan dos miembros del equipo.
El estudio del IRB Barcelona ha validado estos factores en más de 1.400 personas con diversos tipos de cáncer. Los resultados indican que pacientes con algunos tipos de tumores, por ejemplo, con carcinomas de hígado o de riñón. que normalmente no reciben este tipo de terapia, también podrían beneficiarse de ella.
Un estudio, publicado en Nature Machine Intelligence, muestra el desarrollo de una tecnología capaz de detectar diversas patologías con gran detalle y rapidez. El sistema permite el diagnostico precoz de enfermedades y abre el camino a nuevos tratamientos.
Un equipo internacional con participación del CSIC ha complicado la información disponible para identificar in vivo las células senescentes del organismo. Los datos podrán ser utilizados para crear fármacos frente a enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
El desarrollo de este atlas ha sido posible gracias a la secuenciación del genoma completo de 2.023 tumores de colon. Los datos generados a partir del análisis están accesibles para la comunidad científica.
Un estudio, liderado por la Universidad Complutense de Madrid, revela el potencial tumorigénico de los productos liberados por las larvas de este parasito. La investigación, llevada a cabo con 92 pacientes, facilitará la identificación de la enfermedad y permite generar nuevos métodos de prevención.
Cuando un gen está mutado y presenta un número alterado de copias es más probable que contribuya al desarrollo del cáncer, según una investigación del IRB Barcelona, donde también se plantea el uso de genes supresores de tumores para la terapia del cáncer, aunque tradicionalmente no se contemplara.
Esta doctora en Química malagueña trabaja en la búsqueda de nanomateriales con nuevas propiedades que puedan ser usados en el futuro en terapias oncológicas. Recientemente su proyecto ha sido galardonado por el programa L’Oréal-UNESCO For Women in Science.
Añadir un antiinflamatorio al tratamiento con inhibidores de puntos de control inmunitarios mejora la respuesta antitumoral en pacientes con cáncer de pulmón avanzado, según los resultados de un pequeño estudio clínico llevado a cabo por investigadores de EE UU.