Estas pisadas fosilizadas halladas en el yacimiento a de Laetoli en Tanzania en la década de 1970 no son de osos, sino de humanos primitivos. Así lo confirma un nuevo estudio que presenta pruebas concluyentes de que múltiples especies de homínidos coexistieron en esa región y que el desconocido dueño de las huellas caminaba erguido.
Los fósiles de la columna lumbar, hallados en el yacimiento sudafricano de Malapa, resuelven un debate de décadas al demostrar que los primeros homínidos usaban las extremidades superiores para trepar como simios y las inferiores para caminar como humanos.
Un trabajo del CSIC y el Centro Nacional de Investigación de La Evolución Humana ha reconstruido en 3D el tórax del niño de Turkana, el esqueleto de H. erectus más completo, datado en 1,5 millones de años. Este estudio revela que la forma estilizada del humano moderno, con tórax y pelvis estrecho, apareció más recientemente de lo que se pensaba.
El hallazgo de varios fragmentos de cráneo de Homo erectus y Paranthropus de entre 2,04 y 1,95 millones de años de antigüedad en el yacimiento sudafricano de Drimolen revela que las dos especies fueron contemporáneas de los Australopithecus. Hasta ahora, se pensaba que estos últimos se habían extinguido antes de la aparición de los primeros Homo y Paranthropus en Sudáfrica.
Tras el proceso de separación del linaje del chimpancé, hace unos seis millones de años, nuestros antepasados más directos se especializaron de forma diferencial para explotar los recursos alimentarios en ambientes muy diversos. Según un estudio liderado por la Universidad de Barcelona, la dieta de nuestros antepasados más remotos, los homininos, fue más rica y variada de lo que se pensaba hasta ahora.
En la región de Afar, en Etiopía, un equipo internacional de científicos ha hallado los fósiles de mandíbula y dientes pertenecientes a una nueva especie de homínido –Australopithecus deyiremeda– que vivió hace entre 3,3 y 3,5 millones de años. El hallazgo demuestra que el nuevo homínido compartió territorio con Australopithecus afarensis, con el que también coincidió en el tiempo.Esto supone la primera evidencia de que más de una especie de homínidos convivió a la vez.
Un equipo internacional de científicos retrasa en más de un millón de años la antigüedad de los huesos de Little Foot, el Australopithecus prometheus hallado en una cueva de Sudáfrica en 1994. Según los análisis minerales de las rocas del yacimiento publicados en Nature, el homínido vivió hace 3,67 millones de años, lo que sugiere que convivió con Lucy, la Australopithecus afarensis, uno de los ancestros del género Homo.
Una reconstrucción en 3D del cráneo de Homo habilis hallado en Olduvai en los años 60 indica que esta especie es más antigua de lo que se creía. Según un trabajo publicado en Nature, pudo originarse hace 2,3 millones de años en lugar de 1,8 millones. Otro estudio en Science va más allá y adelanta la aparición del género Homo a hace 2,8 millones de años,según los restos fósiles encontrados en Etiopía de una especie sin catalogar. Este sería el humano más antiguo conocido.
Científicos de todo el mundo han analizado minuciosamente fósiles de Australopithecus sediba y lo han definido como un collage de homínidos primitivos y modernos. Sus dientes, brazos, caja torácica, hombros y pies eran similares a los australopitecos, pero tenía la mandíbula y columna vertebral como los primeros Homo. Sus andares eran peculiares y sus brazos especialmente adaptados para trepar por árboles. Esta mezcla le convierte en candidato ideal a precursor del género Homo.
La dieta del Australopithecus anamensis, un homínido que vivió en el este del continente africano hace más de cuatro millones de años, era muy especializada e incluía tanto alimentos típicos de ambientes abiertos (semillas, juncos, hierbas, etc.) como frutos y tubérculos. Así lo indica un estudio científico que tiene como primer autor a Fernando Estebaranz, investigador del departamento de Biología Animal de la Universidad de Barcelona.