Tras realizar un estudio con más de 300 personas contagiadas con el SARS-CoV-2, investigadores de IrsiCaixa han comprobado que sus niveles de anticuerpos neutralizantes permanecían más de un año después del momento de la infección. Aunque en los pacientes hospitalizados la producción de anticuerpos es superior, su capacidad de bloquear nuevas variantes se ve más afectada en comparación a la de los asintomáticos o con síntomas leves, que generan menos anticuerpos, pero más protectores.
Ya se venden sin receta en farmacias pruebas de antígenos para la covid. No detectan todas las infecciones, pero identifican bien a quienes pueden contagiar. La clave: utilizarlas en su contexto, interpretar bien los resultados y enmarcarlas en estrategias nacionales de salud pública.
Una investigación ha permitido analizar las características de los casos asintomáticos con covid-19 en España y desarrollar un modelo predictivo del riesgo de infección basado en síntomas para facilitar la detección de casos. El trabajo parte del estudio nacional de seroprevalencia ENE-COVID, coordinado por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III.
Dos estudios liderados por investigadores españoles determinan el impacto de la infección por SARS-CoV-2 en la lactancia materna. Mientras no se hallaron restos del virus en las muestras de leche analizadas, sí se encontraron anticuerpos específicos tanto en mujeres infectadas de forma natural como en vacunadas.
El estudio CombivacS medirá el nivel de anticuerpos que genera una persona a la que se administra la vacuna de Pfizer como segunda dosis después de haber recibido una primera de AstraZeneca. En España, dos millones de españoles han recibido una sola inyección de la pauta británica.
Una de las preguntas clave de la pandemia es saber el tipo de inmunidad que genera el virus y el tiempo que se mantiene. Hay noticias positivas. La infección produce linfocitos B de memoria que no disminuyen seis meses después. Además, evolucionan. Los anticuerpos que producen tienden a ser más potentes y versátiles, y podrían ser más eficaces contra nuevas variantes.
Un estudio publicado en la revista Science analiza la respuesta inmunitaria del SARS-CoV-2 varios meses después de la infección. Los resultados muestran indicios de una inmunidad protectora robusta y medible hasta 8 meses después de la aparición de los síntomas.
Esta albaceteña trabaja desde Nueva York en IAVI, una ONG dedicada al desarrollo de fármacos para enfermedades infecciosas con el foco puesto en que sean accesibles y asequibles para toda la humanidad. Para la covid-19 desarrollan una vacuna con la misma estrategia que les ha dado buenos resultados con el ébola. No necesitarán tanto frío como las actuales, bastará una sola dosis y podrán ser orales o nasales.
La producción de estos anticuerpos es más elevada en los casos graves de covid-19 que en los leves y asintomáticos. Aunque todavía hay que estudiar qué niveles mínimos de anticuerpos son necesarios para combatir el SARS-CoV-2, los resultados de este estudio plantean un escenario optimista en cuanto a la inmunidad a largo plazo.
Investigadores del CSIC y la empresa Immunostep han sacado al mercado un test que detecta en sangre tres tipos de anticuerpos generados como respuesta a proteínas del coronavirus, incluyendo una que hasta ahora no se había usado para el diagnóstico. De esta forma se puede conocer a las personas que han estado en contacto con el virus y se han inmunizado.