La exploración de nuevos hábitats puede propiciar fármacos antivirales con menos probabilidades de generar resistencias. La clave está en obtener moléculas que no maten a las bacterias ni impidan su crecimiento, sino que solo reduzcan su capacidad de causar enfermedades.
El parásito de la leishmaniasis, transmitido por la mosca de la arena, afecta a personas y animales, pero los fármacos actuales provocan cierta toxicidad. Una nueva investigación, coordinada por investigadoras de la Universidad Autónoma de Barcelona, abre las puertas a una nueva terapia más efectiva, y que reduce los efectos secundarios, contra la enfermedad.
Elizabeth Bugie Gregory descubrió la estreptomicina. / Wearbeard
Desde hace 60 millones de años, un tipo de hormigas, de la tribu de los atinos, cultiva hongos, de los que luego se alimentan. Los científicos se centran en entender ahora cómo estos insectos, protagonistas de #Cienciaalobestia, emplean agentes antimicrobianos producidos por ciertas bacterias para proteger sus cultivos de otros hongos parásitos.
Un equipo internacional de investigadores ha comprobado el potencial de la gentamicina C1a y la apramicina como antibióticos de uso clínico. El estudio se ha publicado en Scientific Reports. Cada año mueren en Europa cerca de 33.000 personas por infecciones resistentes a estos fármacos.
La resistencia a los antibióticos obliga a la comunidad investigadora a buscar nuevas soluciones contra las infecciones microbianas. Un equipo de científicos de la Universidad de Córdoba ha comprobado la eficacia frente al neumococo de la rodomirtona, una molécula que se extrae de una planta del sudeste asiático.
Un equipo internacional de científicos ha logrado crear un cromosoma eucariota en el laboratorio. En concreto, han sintetizado el de la levadura Saccharomyces cerevisiae, con el que sefabrica el pan, la cerveza y el vino. Este logro supone un gran paso en el campo de la biología sintética que permitirá el diseño de microorganismos para producir nuevos medicamentos, materias primas para la alimentación y biocombustibles.
La revista científica Nature Medicine publica el logro de investigadores aragoneses que han colaborado en el desarrollo de fármacos basados en la espectinomicina que matan a la bacteria de la tuberculosis, una de las enfermedades infecciosas que afecta a más personas en el mundo.
Un grupo internacional de investigadores ha comprobado que un antibiótico utilizado en veterinaria inhibe dos factores de transcripción relacionados con el sarcoma de Ewing, un cáncer que afecta a niños y jóvenes. El hallazgo abre las puertas a buscar nuevos fármacos que tengan el mismo efecto.
Químicos del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona obtienen por síntesis la baringolina, un producto aislado de un microorganismo marino por la farmacéutica BioMar SA, que con dosis muy pequeñas inhibe el crecimiento de bacterias resistentes a antibióticos.