Un nuevo estudio publicado hoy en Nature Genetics abre la puerta a una mayor compresión y mejor diagnóstico y desarrollo de terapias en la enfermedad de Alzheimer. El equipo internacional de expertos, que cuenta con participación española, ha analizado a más de 111.000 personas afectadas.
LRP3, una proteína prácticamente desconocida hasta ahora, disminuye los niveles de la proteína precursora amiloide y de beta amiloide, ambas implicadas en la formación de placas en el cerebro de las personas con esta enfermedad neurodegenerativa.
Los expertos han sido capaces de visualizar, con detalle atómico, la estructura de un miembro de la familia de las proteínas HAT. Los resultados facilitarán el diseño de fármacos contra varias enfermedades prevalentes.
Un equipo liderado por la Universidad de Cambridge ha descubierto que esta enfermedad neurodegenerativa llega a diferentes regiones del cerebro de forma temprana, utilizando por primera vez datos de humanos. La rapidez con la que esta dolencia mata a las células de estas zonas, mediante la producción de grupos de proteínas tóxicas, determina su velocidad de propagación.
Investigadores españoles han conseguido detectar autoanticuerpos asociados a esta enfermedad neurodegenerativa y con poder diagnóstico. La tecnología desarrollada es rápida, asequible, sensible, mínimamente invasiva y podría aplicarse en puntos de atención primaria.
El neurocientífico alicantino está al mando de este nuevo centro del CSIC con el objetivo de convertirlo en un referente mundial en el estudio del cerebro. Su intención es ponerlo en marcha, darle forma y buscar a un nuevo director “más joven” que será elegido por un comité internacional.
Por primera vez desde 2003, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ha aprobado un medicamento para el tratamiento del alzhéimer. La decisión ha suscitado una gran polémica ya que no cuenta con grandes resultados probados.
Marta Barrachina ha conseguido cuatro millones de euros con los que equipar la nueva sede de su empresa y desarrollar un test de detección precoz para un gran problema de salud pública: el alzhéimer. Pero la demanda de congeladores, máquinas de secuenciación y pipetas por la covid-19 complica sus planes y los de otros equipos de investigación.
Este investigador madrileño es un pionero en el estudio del cáncer. Descubridor del gen p16, su trabajo con células madre le ha valido el reconocimiento de la revista Nature. Dedica su atención a la reprogramación de las células viejas. Su objetivo es que el sistema inmunitario las detecte y mate.
Anteriores estudios mostraron los cambios en la retina de pacientes con alzhéimer en estadio leve. Ahora, un equipo liderado por la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto que esas mismas alteraciones en el grosor de la región central de la retina también se dan en familiares, sin síntomas de pérdidas de memoria pero con alto riesgo genético a la enfermedad.