El gropo de investigación Bisite de la Universidad de Salamanca y la empresa Arbórea han desarrollado el ‘aracnocóptero’, un aparato que permite el vuelo sin piloto y que recibe este nombre porque, al igual que las arañas, cuenta con ocho extremidades. Dos años y medio de trabajo han permitido crear un sistema único por su capacidad de carga y las distancias a las que se puede comunicar, además de contar con muchos usos potenciales militares y civiles, ya que puede tomar imágenes y otros tipos de datos.
Desde hoy el uso de la telefonía móvil en los aviones está permitido. La orden ministerial que ayer publicó el BOE y que ha gestionado el Ministerio de Industria regula este uso a través del MCA (Mobile Communication on Aircraft), un servicio similar al de la telefonía móvil de segunda generación (GSM) y que está disponible para aviones que vuelan a más de 3.000 metros sobre el suelo.
El proyecto europeo More Open Electrical Technologies (MOET), liderado por Airbus, conseguirá que las aeronaves pierdan peso, ahorren combustible, sean más seguras y, en definitiva, contaminen menos.