Investigadores de la Estación Biológica de Doñana han determinado que los insectos comerciales se ven favorecidos respecto a los locales, ya que se desplazan a las zonas donde habitan los autóctonos. El uso de colonias promueve la dispersión de estas especies en espacios naturales, lo que podría provocar un desequilibrio en el ecosistema.
Al finalizar el invierno, la reina de abejorro, que hiberna en el suelo, sale rápido de su escondite en busca de una nueva colonia. Pero un nuevo estudio ha descubierto un comportamiento hasta ahora nunca observado. Al comienzo de la primavera, las reinas de abejorro, protagonistas del #Cienciaalobestia, siguen escondiéndose y descansando bajo las hojas muertas y la hierba entre vuelo y vuelo.
Las abejas son fundamentales para la polinización de las flores y resultan necesarias para la sostenibilidad de la agricultura en todo el mundo. Un estudio de la Universidad de Newcastle y el Trinity College de Dublín ha descubierto que estos pequeños animales –que están en peligro de extinción– se sienten atraídos por el néctar que contiene pesticidas.
Algunos patógenos de la abeja tienen el potencial de afectar a otros polinizadores silvestres, específicamente a los abejorros, según un estudio que publica la revista Nature. La investigación indica que el contagio de enfermedades infecciosas entre abejas y polinizadores salvajes podría ser una de las causas del declive de estas especies.
Los abejorros son los mejores polinizadores entre las más de 1.000 especies de abejas que hay en España. En la imagen, un abejorro (Bombus hortorum) consigue abrir la flor del dragoncillo cantábrico (Antirrhinum braun-blanquetii), una de las 17 especies de dragoncillos endémicas de la Península Ibérica.
El abejorro Bombus ruderata está reapareciendo en mezclas de flores sembradas para fines agroecológicos.