Un equipo de científicos del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC) y de tres universidades españolas ha confirmado que sólo las abejas y abejorros pueden entrar en la hermética flor del dragoncillo, y que muy pocas especies las polinizan de forma eficaz. La investigación, publicada recientemente en el Journal of Natural History, demuestra la estrecha relación que existe entre estas plantas y sus polinizadores.