La amenaza mundial contra la polinización de las flores y la producción alimentaria de las cosechas, acentuada por el dramático descenso de las colmenas, se podría aplacar con un renovado enfoque hacia los polinizadores “silvestres”. Los planes agroambientales que animan a los apicultores a crear ambientes propicios para las abejas podrían ser clave a la hora de aumentar el número de polinizadores silvestres disponibles en el medio ambiente.