Las estrellas de la Vía Láctea sirven de referencia a los escarabajos peloteros para transportar sus pelotas de estiércol en línea recta. Una investigación internacional, que publica la revista Current Biology, demuestra por primera vez esta capacidad de orientación en los insectos.
Gaia-ESO, uno de los mayores y más ambiciosos estudios realizados desde tierra, permitirá un análisis exhaustivo de la formación, evolución y características de las distintas poblaciones de estrellas de la galaxia. En el proyecto participa el Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Impresión artística de la distribución de materia oscura que supuestamente debería encontrarse alrededor de la Vía Láctea. El halo azul de materia que rodea nuestra galaxia indica la distribución esperada de la materia oscura, aunque las nuevas medidas muestran que su cantidad es mucho más pequeña de la que se había predicho.
Las estrellas enanas rojas de la Vía Láctea tienen miles de millones de planetas rocosos poco más grandes que la Tierra en sus zonas de habitabilidad. Son las estimaciones de un equipo de investigadores liderados desde el Observatorio de Ciencias del Universo de Grenoble (Francia). El estudio se ha realizado con la ayuda del 'cazador de planetas' HARPS del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Luis Sarro, en su despacho de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la UNED.
Solo faltan unos meses para que la Agencia Espacial Europea ponga en órbita el GPS más preciso de nuestra galaxia: la misión Gaia. La nave censará millones de estrellas, localizará asteroides, quásares y objetos celestes desconocidos hasta el momento. Luis Manuel Sarro (Madrid, 1970), físico solar e investigador del Departamento de Inteligencia Artificial de la UNED, participa en la misión.
Cada estrella de la Vía Láctea tiene, de media, al menos un planeta orbitando a su alrededor. Así lo asegura un estudio que esta semana presenta un equipo internacional de investigadores en Nature, donde apuntan que la existencia de planetas orbitando estrellas en nuestra galaxia es la regla, no la excepción.
El telescopio espacial Spitzer de la Nasa ha obtenido esta nueva imagen de Cygnus X, una de las regiones de nacimiento de estrellas más turbulentas de nuestra galaxia.
Esta imagen de la supernova 1987A se tomó en 2009 y muestra los restos de la explosión (en el centro) y los discos circumestelares de gas.
Un estudio internacional, publicado en la revista Nature, revela que los rayos-X son la fuente de energía responsable del aumento del brillo observado en la supernova más cercana y brillante de la Vía Láctea, la SN 1987A, desde 2001.