Esta imagen de la supernova 1987A se tomó en 2009 y muestra los restos de la explosión (en el centro) y los discos circumestelares de gas.
Un estudio internacional, publicado en la revista Nature, revela que los rayos-X son la fuente de energía responsable del aumento del brillo observado en la supernova más cercana y brillante de la Vía Láctea, la SN 1987A, desde 2001.