La misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) acaba de presentar sus últimos datos, ofreciendo información nueva y mejorada de casi 2.000 millones de estrellas de la Vía Láctea. Los resultados también permiten describir con mayor precisión insólitos ‘terremotos estelares’, la composición química o ‘ADN’ estelar o los movimientos de estos astros, además del crecimiento con material de galaxias vecinas.
La primera imagen histórica del agujero negro del centro de nuestra galaxia no es muy diferente a la de M87* que vimos hace tres años, una coincidencia que ya predecía la relatividad general de Einstein. Ahora el reto de la colaboración científica EHT que las ha captado es grabar una ‘película’ de estas oscuras sombras y su brillante anillo de gas, según han explicado algunos de sus miembros en la sede del CSIC en Madrid.
La red global de radiotelescopios EHT se ha unido para formar uno del tamaño de la Tierra y observar, por primera vez, a Sagitario A*, el agujero negro supermasivo situado en el corazón de la Vía Láctea. En este descubrimiento revolucionario han participado varias instituciones científicas españolas.
Al igual que una araña hembra devora al macho tras el apareamiento, los vientos de un nuevo pulsar están vaporizando a una estrella compañera, mientras se orbitan mutuamente cada 62 minutos. Además, una tercera estrella gira alrededor de este extraño sistema, que se puede haber originado cerca del centro de nuestra galaxia. Investigadores del MIT y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han participado en el descubrimiento.
Tras una densa nube de gas y polvo interestelar en nuestra galaxia, un instrumento del Gran Telescopio Canarias ha detectado una estrella supergigante azul con una masa de casi 50 veces la del Sol y una luminosidad próxima al millón de veces la de nuestro astro. Lo más desconcertante es que de un día para otro su velocidad ha variado 60 km/s.
Con la ayuda de un modelo en 3D de nuestro vecindario galáctico, astrofísicos de EE UU y Europa han demostrado que una serie de explosiones de supernova han conducido a la creación de la Burbuja Local, en cuya superficie, situada a unos 500 años luz, se forman todas las estrellas jóvenes más próximas a nosotros.
Científicos del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) han observado una de las regiones de formación estelar más cercanas, Upper Scorpius, y han localizado la mayor población de planetas errantes descubierta hasta la fecha. No orbitan alrededor de estrellas, sino que vagan libremente por esa zona de la Vía Láctea.
Con la ayuda del instrumento GRAVITY del Very Large Telescope, se han obtenido las imágenes más profundas y nítidas conseguidas hasta ahora de la región que rodea al agujero negro supermasivo situado en el centro de la Vía Láctea. Al rastrear las estrellas de ese entorno se ha descubierto una nueva.
Investigadores del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona han comprobado que las características distintivas de Palomar 5, uno de los cúmulos de estrellas más ‘esponjosos’ del halo de la Vía Láctea, probablemente son resultado de los más de cien agujeros negros localizados en su centro.
Un equipo científico internacional liderado por el Centro de Astrobiología ha estudiado las propiedades de las estrellas en bulbos galácticos, descubriendo que los de las galaxias de disco se formaron en dos oleadas: una en la infancia del universo y otra a mitad de su vida. Para realizar el estudio, centrado en la zona de la Osa Mayor, se ha usado el Gran Telescopio Canarias y el Hubble.