Investigadores sevillanos han patentado un proceso que conserva los compuestos antioxidantes propios de la vinificación e incorpora aromas de extractos naturales para mejorar las características sensoriales.
Las semillas de la uva tienen una gran importancia tanto en la estabilidad del color de los vinos como en su sabor, características ambas que resultan fundamentales para conseguir caldos de calidad y competitivos en el mercado. El grupo de Color y Calidad de Alimentos de la Universidad de Sevilla ha simplificado notablemente el actual proceso de cata de esta parte del fruto.
Las imágenes de las uvas o sus semillas se obtienen en una cabina de iluminación. Imagen: Grupo Color y Calidad de los Alimentos/US.
Un estudio del Grupo de Investigación en Viticultura de la Universidad Politécnica de Madrid desmiente falsas creencias de los viticultores basadas en el binomio “déficit de agua igual a calidad del mosto” y subraya que el riego racional es lo más adecuado para mejorar las cosechas.
Una investigación pretende producir enzimas a bajo coste a través de una fermentación de residuos agrarios en estado sólido para facilitar la obtención del biocombustible.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Valladolid ha analizado 40 marcas de cerveza y ha encontrado que las cervezas negras presentan mayor cantidad de hierro libre que las rubias y las sin alcohol. El hierro, además de ser un elemento esencial en la dieta humana, ayuda a oxidar los compuestos orgánicos que dan estabilidad y sabor a estas bebidas.
Algunos compuestos de la uva ayudan a las células de la piel a protegerse frente a la radiación ultravioleta del Sol, según un estudio de investigadores de la Universidad de Barcelona y del CSIC. El trabajo apoya el uso de las uvas o sus derivados en los protectores solares.
Sustancias de la uva pueden reducir el daño celular en la piel expuesta a la radiación solar. Imagen: SINC.
No toda la superficie de una misma parcela de viñedo presenta las mismas propiedades. Un estudio realizado por Neiker-Tecnalia (Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario) corrobora que en una misma parcela existen zonas con suelos de diferentes características, lo que causa diferencias reseñables en la producción de la uva y en la calidad del mosto.