Investigadores de la Universidad de Burgos han desarrollado biosensores para detectar de forma sencilla y en poco tiempo algunos compuestos tóxicos de interés en la industria agroalimentaria, como la del vino, o en la farmacéutica. En concreto, detectan la ocratoxina A, el ácido glucónico, el arsénico y el formaldehído.
En la etiqueta de muchas botellas de vino se puede leer un mensaje a veces desconocido para el consumidor: “contiene sulfitos”. Según la legislación europea, las bodegas están obligadas a especificar este mensaje en las etiquetas cuando las concentraciones de sulfitos son mayores a 10 miligramos por litro, ya que pueden provocar reacciones alérgicas y asma en personas sensibles.
Investigadores de la Universidad de Burgos han desarrollado una aplicación para mejorar los ejercicios físicos de rehabilitación e informar al paciente sobre su evolución. El programa emplea la tecnología de realidad aumentada, que incorpora datos informáticos a la visión real del entorno.
La afición por la espeleología de Ismael Pérez Rojo y Álvaro Tajadura, alumnos de la Universidad de Burgos (UBU) les impulsó a diseñar un nuevo dispositivo de iluminación LED que corregía algunos fallos habituales que habían detectado en los sistemas existentes y, por tanto, mejoraba su experiencia dentro de los complicados terrenos por los que se movían durante su utilización. Este sistema, que intentarán patentar y poner a la venta en un futuro, se desarrolló en el marco de la segunda convocatoria de becas para el desarrollo de prototipos comercializables de la Institución académica burgalesa.
La Universidad de Burgos (UBU) participará en el proyecto europeo Pied Piper (en inglés, Flautista de Hamelín), integrado por cuatro empresas y tres centros de investigación de España, Francia, Países Bajos y Reino Unido. En el mismo, pretenden desarrollar un raticida menos tóxico que los que actualmente están disponibles en el mercado. La UBU también se encargará de investigar sobre feromonas que sean capaces de atraer a estos roedores hacia la trampa.
Los captadores solares ordinarios están habitualmente concebidos para producir sólamente agua caliente. Un nuevo sistema, patentado por investigadores del Departamento de Física de la Universidad de Burgos (UBU), es capaz de calentar agua mediante un colector, pero también de enfriarla mediante un lecho “adsorbente” y condensador y un evaporador.
El obatoclax es un prometedor fármaco para el tratamiento de distintos tipos de cáncer que está dando buenos resultados. Sin embargo, no se conoce muy bien el mecanismo por el que funciona. Una investigación desarrollada en el Departamento de Química de la Universidad de Burgos (UBU) ha demostrado la capacidad que tiene este fármaco para transportar aniones -iones de carga negativa- a través de membranas lipídicas. Este hecho es importante, ya que hace desaparecer las variaciones de pH en el interior de la célula. Y, una vez conseguido esto, se ha demostrado que se inicia un proceso de muerte celular programada, es decir, de apoptosis.
Desde 1990 hasta 2008, en España se produjeron unos 150.000 accidentes con escaleras de mano, de los que 105 fueron mortales. Antes de utilizarlas es necesario cerciorarse de que sean de fábrica, y no hechas a mano, y de que estén en un lugar en el que no corran riesgo de desestabilizarse.
La nanotecnología trabaja con muy pequeños materiales de entre 1 y 100 millonésimas de milímetro. A este tamaño, los metales presentan unas propiedades completamente distintas a la que tienen a gran escala, algo que desde el Grupo de Análisis Instrumental de la Universidad de Burgos (UBU) están estudiando con el objetivo de establecer una serie de rutas para el análisis y control de estos microscópicos sistemas, que son aplicables en prácticamente todos los campos del saber, desde la medicina hasta las energías renovables.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Burgos ha comenzado el desarrollo de una nueva técnica informática que ayude en el diagnóstico de diferentes dolencias. Los científicos emplean sistemas de inteligencia artificial que, a partir de información conservada en bases de datos hospitalarias, determinan con mayor rapidez el cuadro de un paciente. Esta investigación, que se encuentra en fases preliminares, ha comenzado con el uso, de forma experimental, de árboles de decisión para detectar posibles complicaciones en una enfermedad grave denominada endocarditis.