Tecnalia Corporación Tecnológica participa, junto a diversas empresas europeas, en el proyecto SARTRE. Su fin es desarrollar la tecnología que permita el transporte de vehículos en cadena sin conductor, a través de vías rápidas como autopistas.
Un equipo de Neiker-Tecnalia, Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, ha cuestionado que la calidad de los tomates dependa principalmente de su exposición a la luz natural, y señala que el factor más determinante es la temperatura. El estudio ha sido desarrollado por el Departamento de Producción y Protección Agrícola de este instituto, y abre grandes posibilidades para iniciar nuevas plantaciones en zonas donde la intensidad lumínica es menor debido a las condiciones climáticas.
El centro tecnológico NEIKER-Tecnalia investiga la influencia que tiene la utilización de una cubierta vegetal temporal y diferentes dosis de riego sobre la producción, el vigor de las vides y la calidad de la uva y el vino. Los primeros resultados muestran una reducción de la disponibilidad hídrica del viñedo, que se refleja en una disminución de la producción y vigor, así como en una mejora de los parámetros de calidad del mosto y del vino. El estudio ayudará a la comunidad viticultora a conocer mejor los viñedos y modificar sus prácticas de cultivo.
Si vas andando o en bicicleta y no puedes o no quieres estar permanentemente pendiente de una pantalla, utilizar aparatos móviles puede resultar frustrante. Lo mismo ocurre cuando el brillo del sol te ciega o cuando la vista no es lo suficientemente buena como para percibir detalladamente lo que se muestra en la pantalla del móvil.
ESI-Tecnalia lidera el proyecto europeo ENERsip, que permitirá a los usuarios conocer el momento óptimo para consumir energía y la forma de ahorrar en dicho consumo, así como crear edificios "energéticamente positivos y eficientes".
El biopolímero natural denominado quitosano se presenta como una eficaz alternativa a los antibióticos promotores de crecimiento en la dieta de los rumiantes, según una investigación llevada a cabo por investigadores del centro tecnológico vasco Neiker-Tecnalia. La presencia de estos antibióticos como aditivos en la alimentación de rumiantes está prohibida en la Unión Europea desde 2006, debido a que su uso se relaciona con el desarrollo de resistencias microbianas a los antibióticos.
Las poblaciones de anguila europea (Anguilla anguilla) han sufrido un intenso declive durante los últimos 25 años. En 2002, el grupo de trabajo de la anguila (WGEEL) del ICES (International Council for the Exploration of the Sea) determinó que la especie se encontraba fuera de los límites biológicos de seguridad y que su pesca no era sostenible. Así nació el proyecto europeo INDICANG (programa INTERREG), coordinado por el instituto francés IFREMER, cuyo objetivo era proporcionar conocimientos, criterios y métodos para su aplicación en la gestión de la especie.
Cinco centros tecnológicos españoles trabajan en el proyecto DINAMO para conseguir técnicas y procedimientos que permitan aplicar la nanotecnología al campo de la alimentación mediante el nanoencapsulado de principios activos. Este proyecto, subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, cuenta con un presupuesto de 1,3 millones de euros.
Un equipo de investigadores del centro tecnológico Tecnalia, del Instituto ITEAM de la Universidad Politécnica de Valencia, y del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) han desarrollado, junto a una empresa aeroespacial ilicitana, un nuevo sistema de protección que mejora la seguridad de los vehículos espaciales. La Agencia Espacial Europea (ESA) lo usará para sus vehículos espaciales.
En la actualidad, existe una gran controversia en torno a la utilización de cultivos agrarios como fuente de energía debida, sobre todo, a la posible competencia con los cultivos para alimentación. La utilización de fuentes de naturaleza orgánica diferentes a los cultivos tradicionales para la producción de biocombustibles puede suponer la solución al debate social originado en este sector. Recurrir a fuentes alternativas a los cultivos tradicionales, como biomasa lignocelulósica y microorganismos, entre ellos las microalgas, sería más eficaz.