Infografía de los terremotos superiores a 8 grados en Sudamérica desde el año 1900. / Efe
Aunque aún no se puede predecir la ocurrencia de un terremoto en un margen corto de tiempo, sí se pueden reducir las pérdidas humanas y materiales originadas por el sismo. Pero para planificar el riesgo es importante conocer la peligrosidad sísmica mediante mapas. Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y del Instituto Geográfico Nacional han llevado a cabo la actualización de estos mapas de peligrosidad sísmica en España, que servirán de base para la revisión y renovación del código sísmico español.
Localización del epicentro del terremoto./ Efe
Si hubiera un terremoto al sur de la península ibérica, un sistema de alerta sísmica temprana podría detectarlo y avisar de su magnitud unos segundos después de su inicio, dando margen a las autoridades para alertar a la población cuanto antes y mitigar los daños. Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y de otras instituciones han demostrado la viabilidad de este sistema, cuya eficacia se ha demostrado en países como Japón.
El terremoto sucedido hace unos días en el centro de Chile, de una magnitud de 8,4 y tres minutos de duración, y que ha causado solo ocho muertos, es muestra de un país preparado para eventuales desastres naturales. Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha publicado el primer estudio de riesgo sísmico para las principales ciudades de Haití (Puerto Príncipe y Cabo Haitiano). Sus conclusiones indican que no están preparados para nuevos sismos.
Estudiantes de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid han organizado una exposición fotográfica para ayudar a las víctimas de los terremotos de Nepal. Las imágenes fueron tomadas en el país asiático por los propios alumnos el año pasado, en el marco de un proyecto de voluntariado con asociaciones locales de protección animal. Dos de los jóvenes se encontraban cerca de Katmandú en el momento del primer seísmo.
La Tierra ha vuelto hoy a temblar en Nepal. Tras el terremoto de una magnitud de 7,8 que afectó al país asiático el pasado 25 de abril, el nuevo sismo de 7,3 de magnitud no es una réplica, a pesar de producirse a poco más de 15 días del primero. Para Miguel Ángel Rodríguez Pascua, investigador en el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), este fenómeno es normal: la deformación generada por el primer terremoto ha disparado un nuevo sismo en otro segmento de la misma falla.