La Tierra ha vuelto hoy a temblar en Nepal. Tras el terremoto de una magnitud de 7,8 que afectó al país asiático el pasado 25 de abril, el nuevo sismo de 7,3 de magnitud no es una réplica, a pesar de producirse a poco más de 15 días del primero. Para Miguel Ángel Rodríguez Pascua, investigador en el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), este fenómeno es normal: la deformación generada por el primer terremoto ha disparado un nuevo sismo en otro segmento de la misma falla.
Esta misma mañana se ha producido un nuevo terremoto de 7,3 de magnitud en Nepal. ¿Es normal que se produzcan sismos de tanta magnitud tan seguidos?
Sí, es normal. Esto es un proceso que se conoce como triggering, o disparo de otro segmento de falla producido por el primer movimiento sísmico. Si uno consulta los datos puede ver cómo el primer terremoto se produjo al noroeste (NW) de Katmandú, las réplicas se desplazaron al sudeste (SE) y este último terremoto está desplazado nuevamente hacia el sudeste de la zona de réplicas del primer terremoto. Es decir, que la deformación ha migrado de noroeste a sudeste, disparando un nuevo terremoto en otro segmento de la misma falla. Por tanto, no sería una réplica del primero, sino un nuevo terremoto disparado en otro segmento de falla por el primer evento.
¿En qué otras zonas había ocurrido esto, terremotos de gran magnitud tan seguidos en el tiempo y afectando las mismas zonas?
Un ejemplo muy cercano de algo parecido es el terremoto de la Emilia Romagna del 2012, en Italia. También se trataba de una falla inversa (en el que un bloque de uno de los labios de la falla sube por encima del otro). En este caso, los dos terremotos principales que generaron daños y pérdida de vidas humanas se espaciaron nueve días, con dos sistemas de réplicas que también marcaban este tipo de desplazamiento de la actividad de una falla hacia otra.
¿Podría haber otras réplicas así de intensas?
Desafortunadamente la predicción no es posible a día de hoy, pero si la prevención. Para ver si el fenómeno continúa habrá que hacer un seguimiento de las réplicas durante los próximos días y ver cómo se comporta el sistema, ya que hace tan solo unas horas que se produjo el segundo terremoto y aún no hay datos.
El primer terremoto en Nepal el pasado 25 de abril causó más de 8.000 muertos. / EFE
Nepal es la zona donde más terremotos se producen. ¿Qué ocurre exactamente a nivel geológico?
Los propios límites territoriales de Nepal se adaptan a una parte del sistema de cabalgamientos del Himalaya (fallas inversas con grandes desplazamientos en la horizontal) de dirección NW-SE, la mayor cadena montañosa del mundo. Estos cabalgamientos son activos y hacen que el Himalaya siga creciendo en la actualidad, por tanto, todo el país se encuentra afectado por estas fallas activas.
Para conocer exactamente cuál es el comportamiento sísmico de estas fallas habría que realizar estudios de paleosismología, que nos diesen resultados sobre la actividad sísmica de estas fallas en periodos de tiempo largos y ver cuáles podrían ser los terremotos máximos esperados. Otra fuente de datos podría ser la arqueosismología, que estudia las deformaciones sísmicas en yacimientos arqueológicos y edificios patrimoniales, la cual está dando muy buenos resultados en la actualidad.
Si el Himalaya sigue creciendo, según los registros que se realizan, ¿cuánto se mueven las placas cada día?
El Himalaya tiene un desplazamiento medio en la horizontal de 2 a 2,5 mm/año de tasa de acortamiento y hay estudios que indican una elevación media del Himalaya de 4 mm al año. El terremoto del 25 de abril produjo un desplazamiento en la horizontal de unos 5 metros de media. La cuestión es que estos movimientos medios se van acumulando en las fallas y cuando se superan los límites de deformación frágil de dichas fallas se produce la liberación brusca de energía elástica en forma de grandes terremotos como el de hace 15 días.