En plena polémica por el cierre definitivo del proyecto gasista Castor, debido a los terremotos registrados en 2013, investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid acaban de publicar un trabajo que respalda que la sismicidad anómala registrada tras la inyección está relacionada con las operaciones en la plataforma. El estudio, que ha permitido describir la actividad sísmica antes y después de las operaciones, ofrece datos que pueden ser utilizados como indicadores para monitorizar terremotos en el futuro.
Un nuevo informe encargado al Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital concluye que la falla de Amposta fue sometida a estrés como consecuencia de la inyección de gas del proyecto Castor, lo que desencadenó una secuencia de terremotos en la costa de Castellón en 2013. El informe ha sido elaborado aplicando nuevos paradigmas que integran la geología, geofísica y geomecánica.
Los mayores de 65 años que sobreviven a un desastre natural se enfrentan a la ausencia de cuidados médicos, a la pérdida de familiares, amigos y hogares y al aislamiento social, lo que repercute en su salud mental. Tras encuestar a más de 3.500 ancianos supervivientes del terremoto y el tsunami que asolaron Japón en marzo de 2011, un equipo de científicos revela que la pérdida cognitiva aumenta, sobre todo, por la destrucción de sus casas.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado un 'sistema de albañilería integral' que permite construir edificios con las ruinas que quedan tras un terremoto y el soporte de armaduras prefabricadas. El resultado son nuevas construcciones sismorresistentes, tanto de planta antigua como nueva.
El terremoto ocurrido la madrugada del 23 de agosto en la región de Rieti, en Italia central, vuelve a impactarnos porque pone de manifiesto el tremendo poder destructor de los sismos de magnitud mayor de 5 y poco profundos en el ámbito Mediterráneo, con poblaciones rurales con construcciones altamente vulnerables. Un evento como este puede repetirse en Italia o incluso en España, puesto que allí donde hay fallas activas de gran longitud, ha habido y habrá terremotos.
Un equipo internacional de investigación ha registrado por primera vez tanto las ondas P –que solo detectan los animales– como las S –más lentas y detectables por las personas durante un seísmo– producidas por un microsismo. Al rastrear el camino de estas ondas, los científicos han podido además encontrar la fuente originaria: una ciclogénesis explosiva generada en el norte del océano Atlántico. El estudio ha sido portada esta semana en la revista Science.
El terremoto de magnitud 6,2 registrado esta madrugada entre las localidades de Amatrice y Accumoli, en el centro de Italia, ha liberado una energía similar a la explosión de 1.270 toneladas de TNT, según informa el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos. El seísmo se ha producido en una de las regiones europeas con mayor riesgo sísmico.