La Agencia Espacial Europea ha contratado a la empresa Deimos Space para integrar en Puertollano (Ciudad Real) un ‘objeto contenedor de evaluación de reentrada destructiva’. Este satélite recogerá valiosas mediciones durante su reentrada y ruptura reales en la atmósfera, lo que ayudará a disponer de sistemas espaciales más desechables frente al aumento de la basura espacial.
El satélite Sentinel-2C del programa Copernicus de la Unión Europea ha despegado esta semana a bordo del último lanzador Vega desde la Guayana Francesa. La nave proporcionará, junto a otra de su serie, imágenes de alta resolución para la vigilancia terrestre, acuática y atmosférica de nuestro planeta.
Con cada vez más satélites y basura espacial sobrevolando el planeta, se hace indispensable la labor de los vigilantes del tráfico celeste. Su misión, prevenir posibles accidentes y evitar un catastrófico efecto dominó sobre nuestros cielos, donde la pregunta sobre si habrá sitio para todos también flota en el aire.
Tras integrar su módulo de comunicación en España, este mes viajará a Francia el satélite SpainSat NG II de Hisdesat para completar su montaje y las pruebas que permitirán su lanzamiento en 2025. Antes, este mismo año, está previsto que despegue SpainSat NG I. Juntos, prestarán servicio de telecomunicaciones globales al Gobierno español y las Fuerzas Armadas.
Es la conclusión principal de un nuevo estudio del el Institut de Ciències del Mar del CSIC que prueba la eficacia de la detección remota para monitorizar las principales variables oceanográficas, entre ellas la salinidad.
La Agencia Espacial Europea ha confirmado que Heritage ERS-2, después de observar la Tierra y un largo periodo de degradación orbital, se rompió en pedazos este miércoles al entrar en la atmósfera terrestre sobre el Pacífico norte. La previsión es que sus fragmentos se hayan quemado y, de momento, no se han reportado daños.
El Gobierno de España destinará 125 millones de euros al desarrollo de dos cargas útiles de satélite, uno geoestacionario y otro en órbita baja, junto a sus respectivas estaciones terrenas, para la llamada distribución cuántica de claves (QKD). Esta tecnología se podría incorporar en la constelación europea de comunicaciones seguras por satélite.
El viejo continente sufre una grave sequía desde 2018 y carece cada vez más de agua subterránea. Así lo confirma un estudio del Instituto de Geodesia de la Universidad de Tecnología de Graz, en Austria. En el trabajo también han participado instituciones de Alemania, España, Francia, Financia, Países Bajos y Suiza,
El nanosatélite catalán Menut y la cámara infrarroja DRAGO-2, desarrollada por IACTEC-Espacio desde Canarias, ya están orbitando alrededor de nuestro planeta tras su lanzamiento esta semana a bordo de un cohete Falcon 9. Ambos realizan observaciones de la Tierra.