Desde hace más de un siglo se observan gigantescos chorros de plasma saliendo disparados de la superficie del Sol: las espículas. Ahora un equipo internacional de astrofísicos, liderado por un español, ha descubierto que se forman por las interacciones entre los campos magnéticos y el gas parcialmente ionizado de la atmósfera solar. Las observaciones de un telescopio de Canarias, otro de la NASA y avanzadas simulaciones por ordenador han permitido el hallazgo.
Un grupo de investigadores estadounidenses ha desarrollado un tipo de moléculas que consiguen oscurecer muestras de piel humana en el laboratorio. Este fármaco tópico logra generar tonos protectores en la piel aumentando su pigmentación sin los efectos perjudiciales de la radiación ultravioleta, lo que supondría una protección complementaria a las cremas solares.
Cinco centros de investigación españoles han creado IMaX, un magnetógrafo de la misión SUNRISE, con la que se ha observado el Sol desde un globo estratosférico lanzado desde el Ártico. IMaX ha producido hallazgos clave en la comprensión del campo magnético solar, una magnitud que determina el comportamiento de nuestra estrella.
En septiembre de 1859, una gran erupción solar causó la tormenta geomagnética más violenta conocida hasta ahora, llamada la fulguración de Carrington, que anuló los sistemas de telegrafía de la época. En la actualidad, satélites, líneas eléctricas, transportes y sistemas de comunicación y posicionamiento son algunos de los recursos tecnológicos que podrían colapsarse a causa del impacto de las tormentas geomagnéticas sobre la Tierra. Un nuevo trabajo mejora las predicciones de la vulnerabilidad de la red española de transporte eléctrico.
La hasta ahora denominada Solar Probe Plus, la sonda con la que la NASA estudiará el viento y la atmósfera solar en las proximidades de nuestra estrella, pasa a llamarse Parker Solar Probe en honor al astrofísico estadounidense Eugene Parker. Está previsto que esta misión despegue en el verano de 2018.
La búsqueda de axiones, partículas hipotéticas candidatas a componer la materia oscura del universo, se acelera. Con la ayuda de un telescopio de axiones solares instalado en el CERN, un equipo internacional de investigadores liderados desde la Universidad de Zaragoza ha conseguido los resultados más sensibles alcanzados hasta ahora para tratar de encontrar estas esquivas partículas, que se podrían haber producido en grandes cantidades cuando nació el universo.
Investigadores de la Universidad de Alcalá y del Laboratio de Físicas Aplicadas durante la campaña de AIV (assembly, integration & verification) del modelo de vuelo del instrumento Detector de Partículas Energéticas (EPD).
Investigadores españoles han estimado el tiempo necesario de exposición a la radiación solar para obtener las dosis recomendadas de vitamina D. Mientras en primavera y verano son suficientes de 10 a 20 minutos al sol, en los meses de invierno se necesitarían casi dos horas, por lo que resulta difícil alcanzar valores óptimos para la gran mayoría de la población.
El descubrimiento de siete planetas del tamaño de la Tierra orbitando alrededor de la estrella TRAPPIST-1 –tres de ellos situados en la zona de habitabilidad– nos confirma, una vez más, que la astrobiología tiene conexiones con la habitabilidad planetaria. El hallazgo ha abierto todas las puertas a la imaginación y a la especulación sobre la existencia de vida. Como expertos en astrobiología tenemos que ser cautos y no conjeturar hasta que no tengamos evidencias palpables de que alguno de los planetas tiene vida.
Investigadores de la Universidad de Extremadura han calculado el tamaño del Sol a partir de las observaciones registradas desde 1773 en el Real Instituto y Observatorio de la Armada en Cádiz. Los resultados confirman que el diámetro de nuestra estrella ha permanecido invariable en los últimos 250 años.