La ciencia brasileña le mete goles al Mundial en el ámbito financiero. Según la revista Nature, Gobierno y empresas invierten anualmente 20.000 millones de euros en investigación y desarrollo en Brasil, frente a los 11.000 millones que recibió el torneo de fútbol. La I+D del país ha dado un gran salto desde la oscura etapa de la dictadura, hace solo una generación, y su producción científica es la tercera de mayor crecimiento en el mundo, detrás de China y Corea.
Cerca de la ciudad de São Paulo, en Brasil, se encuentra el tranquilo balneario de Aguas de Lindoia, famosas por sus propiedades curativas. En 1926 lo visitó Marie Curie para experimentar las burbujas radiactivas de una de sus piscinas. Hoy es el centro de peregrinación anual de los físicos brasileños, según cuenta a SINC la investigadora Marcia Barbosa de la Universidad Federal de Rio Grande del Sur.