Investigadores españoles han presentado la primera caracterización de pigmentos negros utilizados en los refugios de la Cova Remigia en la Valltorta-Gassulla, entre el Alto Maestrazgo y la Plana (Castellón). La identificación de materia orgánica vegetal permite obtener dataciones absolutas con la técnica del carbono 14 y precisar el marco cronológico y cultural de las pinturas rupestres levantinas.
Arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona han descubierto una construcción palacial con una sala de audiencias que constituye el primer recinto específicamente político construido en la Europa continental. Entre los hallazgos, que revelan la singular riqueza arqueológica del yacimiento La Almoloya de la Región de Murcia, destaca una diadema de plata de gran valor científico y patrimonial, la única de su época que se conserva hoy en España, así como cuatro dilatadores de oreja en oro y plata.
El consumo de caracoles se generalizó a finales del Pleistoceno (hace unos 20.000 años), siendo muy frecuente durante el Holoceno inicial (hace sobre 11.600-8.900 años). Sin embargo, no se conocía con certeza cuándo y cómo fueron incorporados en la dieta humana. Los recientes descubrimientos en la Cova de la Barriada han aportado pruebas irrefutables sobre la selección, preparación y consumo alimenticio de los caracoles terrestres durante el periodo Gravetiense.
Un equipo de investigadores catalanes ha documentado gran cantidad de objetos ornamentales y herramientas para la elaboración de adornos en el yacimiento arqueológico de La Draga, en Girona. Las singulares condiciones de la excavación permiten además la recuperación de numerosos elementos de madera.
Los osos son uno de los animales más emblemáticos de la Prehistoria, pero se sabe poco de su comportamiento como carnívoros. Ahora, un equipo liderado por arqueólogos catalanes, ha estudiado 17 carcasas comidas por osos del Pirineo de Lleida en la actualidad y ha identificado los patrones de consumición de cadáveres enteros. Después, ha comparado los resultados con las mordeduras y fracturas halladas en restos de cadáveres de animales prehistóricos.
Un estudio liderado por las universidades de Barcelona (UAB) y York (Canadá) ha hallado evidencias de que los humanos prehistóricos tenían un conocimiento preciso de las plantas mucho antes del desarrollo de la agricultura. Tras extraer compuestos químicos y microfósiles de la placa dental calcificada de dientes antiguos, los investigadores han recabado información sobre su alimentación que incluía una planta, la castañuela o juncia real considerada hoy una mala hierba.
Momento de extracción de las micromuestras / Jorge Santiago Pardo.
Figuras humanas en Abrigo Remacha / Luz Cardito Rollán.