Investigadores españoles han presentado la primera caracterización de pigmentos negros utilizados en los refugios de la Cova Remigia en la Valltorta-Gassulla, entre el Alto Maestrazgo y la Plana (Castellón). La identificación de materia orgánica vegetal permite obtener dataciones absolutas con la técnica del carbono 14 y precisar el marco cronológico y cultural de las pinturas rupestres levantinas.
Un equipo de investigadores de prehistoria, arqueología y ciencia de los materiales de la Universidad de Valencia y del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), ha presentado la primera caracterización de pigmentos negros utilizados en los refugios de la Cova Remigia en la Valltorta-Gassulla, entre el Alto Maestrazgo y la Plana, en Castellón.
El objetivo del trabajo ha sido identificar la materia prima de los pigmentos negros, las técnicas utilizadas para prepararlos y poder hacer una aproximación a las pautas culturales asociadas al uso de los pigmentos.
El arte rupestre levantino constituye una manifestación gráfica única en el marco prehistórico europeo reciente y atesora un gran potencial de información sobre las sociedades autoras de las pinturas.
Descubierto a principios del siglo XX, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 1998, y se caracteriza principalmente porque se encuentra en refugios de piedra al aire libre, las figuras humanas tienen un papel predominante en las escenas que retratan actividades económicas y sociales y destacan, en gran medida, el uso de pigmentos rojos. Pero la autoría y la datación de esta forma de arte del interior de la cuenca mediterránea aún hoy es objeto de debate.
Pigmentos rojos y negros
La mayor parte de las representaciones en el arte levantino emplean como pigmento el color rojo, procedente del óxido de hierro. No obstante, también se han utilizado ocasionalmente otros colores como el blanco y el negro. Los pigmentos rojos están presentes al largo del tiempo histórico y son imperantes en todo el territorio del arte rupestre levantino. Los pigmentos blancos no se han utilizado con mucha frecuencia, y en la Valltorta-Gassulla aparecen como complementos al color rojo para resaltar las figuras, rellenar interiores o como adornos.
Los pigmentos negros son menos comunes que los rojos, pero, en contraste con los blancos, su uso no se limita a algunas secuencias temporales o a zonas geográficas determinadas. En el área de la Valltorta-Gassulla, una de las más importantes por la cantidad y la calidad de abrigos pintados, eran pocas las representaciones de color negro conocidas.
En este trabajo se dan a conocer un nuevo grupo de figuras en negro, cuya identificación había pasado inadvertida en anteriores investigaciones. Clodoaldo Roldán explica que “hasta ahora estos pigmentos se asociaban al uso de componentes minerales como los óxidos de manganeso, pero este trabajo ha permitido identificar por primera vez el uso de materia vegetal carbonizada en la elaboración de pigmentos negros de las pinturas levantinas del núcleo Valltorta-Gassulla.”
Probablemente, son estos pigmentos negros a base de carbono los más empleados en la historia de la humanidad porque se pueden utilizar directamente, sin preparación, como los de carbón (carbón vegetal) o de grafito (carbón mineral).
Figuras humanas y animales
“El gran número de figuras pintadas con pigmentos negros, que se utilizaban indistintamente para dibujar figuras humanas y animales, y las transformaciones posteriores a las que han estado sometidas las representaciones, como una repintada o la adición de nuevos elementos al dibujo – lo que indica una reapropriación gráfica y narrativa- hacen de la cova Remigia un lugar excepcional de estudio”, declara Valentín Villaverde, investigador de la Universidad de Valencia y autor principal del estudio.
En el trabajo, publicado en la revista Journal of Archaeological Science, los investigadores presentan los nuevos descubrimientos técnicos relativos a la manera de preparar y utilizar los pigmentos negros en las pinturas levantinas. El hecho de identificar pigmentos negros a base de carbono apunta la posibilidad de hacer una datación por carbono 14, lo cual representa un paso importante para resolver la controversia cronológica que ha afectado a estas pinturas prehistóricas desde que se descubrieron.
Para el estudio de la composición elemental de los pigmentos negros, se han utilizado dos tipos de análisis. Por una parte, la fluorescencia de rayos X dispersiva en energía (EDXRF), un análisis no destructivo hecho en el lugar mismo, con la finalidad de preservar la integridad de las pinturas. Y, por otra, la microscopía electrónica, un análisis en el laboratorio con micromuestras de un conjunto limitado de figuras negras.
Estas técnicas se aplicaron a 34 puntos de pigmento negro y 18 puntos de la superficie sin pigmentación negra. Los puntos estudiados forman parte de un total de 25 motivos pictóricos entre los cuales hay 15 figuras humanas, seis animales, una pista de animales y tres motivos no definidos.
Procesos de transformación
Algunos de los motivos negros descritos han estado sometidos a procesos de transformación como el repintado total o parcial, con color rojo, procesos que no sólo han modificado la forma original de las figuras, sino que, con la adición de nuevos elementos gráficos, también han dado lugar a una nueva interpretación de la narración.
Esta investigación se enmarca en el proyecto PROMETEO y PROMETEO II, financiados por la Generalitat Valenciana y dirigidos por Valentín Villaverde, y cuenta con fondos europeos del programa Marie Curie Actions del 7º Programa Marco del European Research Council. El Servicio de Patrimonio Cultural de la Consellería de Educación, Cultura y Deporte han facilitado estas investigaciones que han dado lugar a estos descubrimientos.
Referencia bibliográfica:
López-Montalvo, Esther; Villaverde,Valentín; Roldán, Clodoaldo; Murcia, Sonia; Badal, Ernestina. "An Approximation to the Study of Black Pigments in Cova Remigia (Castellón, Spain). Technical and Cultural Assessments of the Use of Carbon-based Black Pigments in Spanish Levantine Rock Art". Journal of Archaeological Science, volume 52, (diciembre 2014, págs 535–545).