La duración de una flor está condicionada por los efectos del estrés fotooxidativo en el proceso de crecimiento de la planta, incluso durante la apertura de los pétalos, según un artículo publicado en la revista Plant Science. Esta investigación abre nuevos horizontes en el diseño de productos para alargar la vida de las flores con interés económico en agricultura.
Los vegetales no son pasivos ante su ambiente social: sus flores serán más numerosas y atractivas si crecen rodeados de ejemplares emparentados genéticamente que entre extrañas. Según un estudio liderado por investigadores del CSIC, al distinguir el tipo de organismo con el que interactúan logran atraer a más polinizadores, uno de los agentes más importantes para su reproducción.
La proteína TIE1 promueve la ramificación de la planta Arabidopsis thaliana, lo que da lugar a organismos más frondosos y conduce a la formación de ramas laterales a partir de yemas axilares. En su ausencia, la planta crecerá preferentemente en vertical. Conocer los procesos que modulan la ramificación en especies de cultivo puede ser útil para optimizar la producción agrícola, según los investigadores del Centro Nacional de Biotecnología que han realizado el estudio sobre TIE1.
Un equipo de investigación español ha demostrado que los dos principales osciladores celulares –el reloj circadiano y el ciclo celular– están estrechamente conectados. El estudio demuestra por primera vez en plantas que el reloj circadiano controla la velocidad del ciclo celular, regulando la división celular y el crecimiento en sincronización con los ciclos diurno y nocturno.
La app Planttes es una herramienta de ciencia ciudadana que anima a los usuarios a identificar y ubicar sobre el mapa la presencia de plantas alergénicas e indicar su estado fenológico. El proyecto, fruto de la colaboración entre el Punto de Información Aerobiológica y el Centro de Visión por Computador de la Universidad Autónoma de Barcelona, recibió el Premio de Medio Ambiente de la Generalitat de Catalunya del año 2017.
Imitando a las hojas de los árboles, investigadores de la Universidad Rovira i Virgili han creado un dispositivo que absorbe CO2 a alta velocidad y lo transforma en productos como el metanol, uno de los ingredientes del biodiésel. El prototipo realiza una fotosíntesis artificial que, algunos aspectos, mejora la de las plantas, consiguiendo energía limpia diez veces más rápido que con la biomasa.
El cambio climático ha adelantado la salida de flores y hojas y ha reducido el número de días al año que hiela. En consecuencia, el periodo de crecimiento de las plantas durante el año se ha alargado, y eso las expone más a las heladas en esta etapa sensible para ellas. Así lo revela un nuevo estudio que advierte que esto podría perjudicar la actividad de las plantas y provocar pérdidas importantes en los cultivos.
Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC han descubierto una nueva forma, desconocida hasta ahora, con la que las plantas producen jasmonato, una hormona de gran importancia en la defensa contra los patógenos y frente a situaciones de estrés. Desentrañar con detalle los mecanismos de producción de fitohormonas como esta puede ayudar en la obtención de cultivos más eficientes y resistentes.
Científicos del departamento de Biología de la Universidad de Cádiz han identificado nuevos compuestos fenólicos de la angiosperma marina Cymodocea nodosa, según publica la revista Plos One. Estas plantas viven sumergidas en el mar y son muy beneficiosas para nuestro nuestro entorno, sin embargo, también se encuentran entre los ecosistemas más amenazados del mundo como consecuencia de la presión humana.
Un investigador de la Universidad de Granada cuestiona el método con el que la ciencia actual estudia la fotosíntesis en las plantas. Plantea una nueva teoría que contabiliza el transporte no difusivo de gases, un factor clave para la estimación de la eficiencia del uso de agua de las plantas y para el cálculo de la concentración de CO2 en su interior.