Un equipo de científicos, con participación del Real Jardín Botánico de Madrid, ha identificado 160 especies desaparecidas como candidatas a ser recuperadas y señala otras 15 que se creían extintas cuando en realidad no lo están.
La planta arborescente Sigillaria brardii formaba bosques en zonas de turbera durante el Carbonífero, pero hace unos 300 millones de años el clima se torno más árido y tuvo que buscar nuevos espacios en los lechos fluviales. Investigadores de la Universidad de Barcelona han descubierto las pruebas fósiles en los Pirineos catalanes.
Se han conseguido analizar, por primera vez, útiles agrícolas en el yacimiento neolítico subacuático de La Marmotta (Italia). En el equipo internacional que lo ha llevado a cabo participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Investigadores del CSIC han identificado una proteína clave para el desarrollo vegetal en respuesta a temperaturas elevadas. El modelo, basado en la regulación de dicha proteína, permite predecir cómo el calentamiento global afecta al crecimiento de las plantas según diferentes parámetros ambientales.
La adaptación de los seres vivos a las urbes tiene múltiples efectos sobre las poblaciones y los ecosistemas. Un estudio global sobre el trébol blanco indica que se aclimata a todos los hábitats urbanos de forma similar. Se trata de una clara prueba de que el ser humano es una fuerza dominante que impulsa la evolución.
La Red Aerobiológica de Cataluña muestra que las polinizaciones invernales han sido importantes a principios de 2022, lo que ha avanzado el período de riesgo de alergia. Sin embargo, las ocurridas en primavera empezarán de forma habitual y con fuerza, aunque podrían durar menos de lo normal.
Investigadores españoles han seleccionado variedades de trigo, legumbres, tomates y maíces, que serán conservadas en el Banco Mundial de Semillas de Svalbard, en Noruega, la mayor colección de bioseguridad agrícola de mundo y que constituye la base de casi toda nuestra alimentación.
Un nuevo estudio revela que casi 600 familias de genes presentes en las plantas modernas proceden en realidad de microbios y virus. El trabajo sugiere que la transferencia horizontal de genes, un proceso más común en bacterias y que consiste en el intercambio genético entre especies diferentes, permitió que las especies vegetales se adaptaran a entornos drásticamente diferentes, como cuando pasaron del agua a la tierra.
Investigadoras del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas han publicado la descripción más precisa sobre los cambios que determinan la parada de la producción de flores y frutos en plantas con un único episodio reproductivo.