Junto al conocimiento del genoma de las plantas que nos dan de comer, dos expertos proponen fijarse en las pinturas artísticas para hacer un seguimiento de la historia moderna de frutas, verduras y semillas. Los aficionados a los museos están invitados a colaborar.
Un equipo de científicos de 13 países diferentes, incluido España, alerta del impacto creciente de plantas, animales y microbios exóticos introducidos por la acción humana, de forma accidental o intencionada. La pandemia del coronavirus vivida en la actualidad es un caso ilustrativo de la expansión y los efectos de este tipo de organismos.
Las plantas pueden adoptar distintas morfologías según el entorno con el que se encuentren. Un equipo internacional de científicos ha identificado un nuevo mecanismo celular que regula a las proteínas DELLA, que controlan el crecimiento de las plantas en función de su entorno.
El primer atlas mundial de hongos patógenos de las plantas ha permitido identificar regiones de Asia, América, África y Australia con mayor proporción de estos microorganismos. El estudio demuestra que la prevalencia de los microbios incrementará con el cambio global, lo que podría afectar a nuestra capacidad para producir alimentos en el futuro.
Durante seis años, un equipo de la Universidad de Oxford ha estudiado miles de especímenes de plantas del género Ipomoea recogidos en los últimos tres siglos. El resultado es una monografía que no solo permite describir 65 nuevas especies, sino que corrige errores en la identificación del 40 % de los ejemplares de herbolario.
La tolerancia a temperaturas altas fue clave en la conquista de la tierra por las plantas, y en este proceso las hormonas de la familia de las oxilipinas desempeñaron un papel esencial. Ahora, un estudio evolutivo muestra que estas hormonas podrían permitirles adaptarse al cambio climático.
Las plantas recurren a estrategias para protegerse ante las amenazas, una respuesta que desencadena una hormona que frena su crecimiento. Un equipo de científicos españoles ha detectado ahora un nuevo mecanismo molecular que modula los pulsos de activación de esta hormona.
Los ambientes extremos de los ecosistemas terrestres limitan la supervivencia, crecimiento y reproducción de las plantas. Un equipo de científicos españoles desvela ahora nuevas funciones de los factores reguladores tanto en el tiempo de floración como en la tolerancia de distintos tipos de estrés.
Las futuras colonias de nuestro satélite o de Marte podrán cultivar vegetales gracias al trabajo de biólogos como este español del CSIC, que acaba de recibir un premio de la NASA. “No se podrán lanzar semillas a la superficie y esperar a que crezcan”, aclara. Tendrán que desarrollarse en invernaderos, después de superar los daños generados por la ausencia de gravedad.
Un estudio, liderado por españoles, muestra que el incremento de la aridez puede alterar la capacidad para albergar vida y limitar la provisión de servicios ecosistémicos fundamentales a más de 2.000 millones de personas residentes en estos entornos.