Los orígenes de la actividad artística se remontan a una antigüedad hasta ahora insospechada. Un equipo de científicos, entre ellos varios españoles, estudió la datación de pinturas rupestres en tres cuevas de Málaga, Cantabria y Cáceres. A partir de esas figuras se ha puesto fecha al arte más antiguo conocido, hace más de 64.000 años, y se ha determinado su autoría: es neandertal. Además, por otro estudio en una cueva de Cartagena sabemos que las conchas con pigmentos halladas en su interior también son de nuestros primos extintos.
La Universidad de Valladolid ha participado en un estudio internacional que ha conseguido datar una pintura procedente de los Países Bajos, robada por los nazis y que apareció recientemente en un mercadillo de Austria. Para ello, han usado diferentes técnicas espectroscópicas y microscópicas. La obra Efigie de un comerciante judío fue pintada en el siglo XVI.
Bajo el Retrato de una mujer del pintor impresionista Edgard Degas se esconde otro de la joven modelo Emma Dobigny. Lo han descubierto investigadores australianos tras observar el cuadro con luz sincrotrón y una técnica de fluorescencia de rayos X.
Es inevitable que las pinturas expuestas a la luz natural envejezcan, pero gracias a un nuevo modelo de cálculo se puede minimizar su deterioro. Este sistema, diseñado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y otras instituciones españolas, ha demostrado su efectividad en una exposición ubicada en el claustro del Monasterio de Santa María de El Paular (Madrid).
Está demostrado que tanto la música como la pintura afectan a áreas cerebrales relacionadas con diferentes emociones como la felicidad o el desagrado. Ahora, un equipo de investigadores, que cuenta con la participación de la Universidad Complutense de Madrid, ha descubierto que las dos disciplinas artísticas nos afectan de forma desigual, siendo la música la que más emociones despierta.
Un grupo de investigadores europeos coordinados desde Asturias está desarrollando un escáner de última generación basado en grafeno que permitirá desvelar aspectos desconocidos de obras de arte y otros objetos históricos. El equipo permitirá observar imágenes ocultas en los lienzos y revelará lo que se esconde en el interior de objetos tridimensionales sellados hace siglos.
(a) Bodegón original. (b) Reproducción realizada para los tests y pruebas de validación. (c) Muestras de distintos pigmentos encontrados en el cuadro para su análisis por medio del escáner de terahercios. Imagen: Insidde
(a) Vasija del siglo III. (b) Configuración de adquisición de modelos 3D mediante escáner de luz estructurada. (c) Modelo tridimensional obtenido a partir de medidas antes del procesado. Foto: Insidde
Momento de extracción de las micromuestras / Jorge Santiago Pardo.