Cada año, nuevos enclaves naturales o culturales de gran valor pasan a formar parte de la Lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Cuando están amenazados pueden catalogarse como “en peligro”, dentro de una lista mucho más reducida y en la que podrían estar lugares como Doñana o la Gran Barrera de Coral, según una investigación publicada en Nature Sustainability.
Un equipo de científicos españoles ha establecido un método de análisis de los riesgos geológicos que afectan al patrimonio histórico, gracias a un ‘Índice de Riesgo Natural’ y a un ‘Factor de Seguridad’. El estudio del caso se ha centrado en la Cueva cántabra de Altamira.