A finales de 2017 la paleoantropóloga María Martinón Torres (Ourense, 1974) tomaba posesión como nueva directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana. Su antecesor, Alfredo González Torres, declaraba un año antes la evidente brecha de género que existía en esta institución, ya que tan solo el 22% del personal investigador eran mujeres. Martinón es miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca desde 1998 y ha participado en varios proyectos internacionales sobre la dentición en homínidos. En la actualidad analiza las piezas dentales del homínido más antiguo de Europa.
El análisis del fémur de un pangolín de hace 16 millones de años, hallado en los años 70 en el yacimiento de Can Cerdà, en la cuenca del Vallès-Penedès (Cataluña), ha permitido identificar el primer registro de pangolines fósiles en la península ibérica. Los restos conservan características primitivas y se han asignado a un género ya extinto. Estos animales actualmente viven en Asia y África, pero hace más de cinco millones de años estuvieron también presentes en Europa.
Un fósil de arqueoptérix ha servido a los científicos para zanjar una vieja discusión. Gracias a su análisis, por fin han probado que hace 150 millones de años estas aves aleteaban y no solo planeaban de forma pasiva. Sin embargo, su vuelo tenía que ser distinto al de los pájaros actuales. Los resultados de la investigación cambian lo que sabíamos sobre el origen del vuelo.
Hace 125 millones de años, el yacimiento de Las Hoyas en Cuenca fue testigo de la eclosión de un huevo del que salió un polluelo que murió al poco tiempo. Sus restos, que han quedado prácticamente completos, ha permitido a un equipo de investigación estudiar a una de las aves fósiles más pequeñas que se conocen: medía dos centímetros y pesaba tan solo 10 gramos. Su corta vida ha dado la oportunidad de analizar la estructura ósea y el desarrollo de las crías de pájaro que vivieron durante este periodo.
El estudio aerodinámico de Concornis lacustris y Eoalulavis hoyasi, dos pequeños pájaros del yacimiento de Las Hoyas (Cuenca), indica que pudieron usar hace 126 millones de años un vuelo ondulado ‘a saltos’, típico de muchas especies modernas. Este hallazgo evidencia que las aves desarrollaron estrategias para mejorar su eficiencia de vuelo en una fase muy temprana de su evolución.
Un equipo de científicos de la Universidad de Valencia ha reconstruido la forma del cuerpo de un pez extinto a partir de sus fósiles, basándose en la morfología y locomoción de tiburones actuales. El hallazgo revela que dentro de los peces que nadan de forma continua y activa, los animales más grandes necesitan colas o aletas caudales proporcionalmente más amplias debido a la necesidad de compensar su pérdida de flotabilidad, como le ocurría a Dunkleosteus terrelli, el placodermo carnívoro de mayor tamaño descrito hasta el momento.
Los restos de comida y el desgaste dental de un fósil de rinoceronte de más de 50.000 años, hallado en Rusia, desvelan que la especie se alimentaba de plantas arbustivas más que de pastos. Además, según el análisis genético, esta especie era evolutivamente más cercana al rinoceronte lanudo que a las especies actuales.
Las aves desarrollaron estrategias para mejorar la eficiencia de vuelo en una fase temprana de su evolución, hace al menos 125 millones de años. Es la conclusión de un estudio llevado a cabo por un investigador español en colaboración con el Museo de Historia Natural de Los Ángeles.
Científicos asiáticos han descrito una nueva especie de dinosaurio oviraptor, Corythoraptor jacobsi, que tiene una cresta parecida al casco de los casuarios, aves tropicales que habitan actualmente en Oceanía. Los investigadores sugieren que ambos animales emplean este resalte de se su cabeza para comunicarse y exhibirse. El espécimen, encontrado en la provincia de Jiangxi (China), evidencia la presencia de diferentes tipos oviraptores en Ganzhou.