Los profesionales de atención primaria y los pacientes deberíamos sospechar de un posible caso de COVID-19 ante la aparición de síntomas ─no solo respiratorios─ y actuar en consecuencia. La clave no está en evitar repuntes, sino en poder atajarlos de forma precoz desde el sistema sanitario.
Un estudio realizado en la Universidad de Granada para determinar las consecuencias de desarrollar COVID-19 en mujeres embarazadas y sus recién nacidos señala que no existe evidencia para afirmar que el SARS-COV-2 se transmita verticalmente de la madre al bebé.
Tras casi dos meses confinados, los niños y niñas menores de 14 años comienzan a disfrutar de su permiso para salir a la calle. Aquellos con necesidades especiales ya podían hacerlo, como excepción al Real Decreto del estado de alarma. Aunque fuera bueno para su bienestar, muchas familias no lo han aprovechado hasta ahora por temor a contagios o a represalias de los vecinos.
La infancia es un grupo vulnerable y las desigualdades que ya le afectaban pueden crecer en cuarentena. Así lo muestra un nuevo trabajo de la Universidad del País Vasco, que tiene en cuenta las condiciones de los hogares españoles en el bienestar de los más pequeños.
Hemos convivido durante semanas con estados binarios superpuestos. ¿Crónica alarmista o informativa? Saludo sin beso, ¿es precaución o exageración? Hasta ahora la incertidumbre del COVID-19 se toreaba con acusaciones ─¡exagerado! ¡irresponsable! ─. Ahora toma las riendas la declaración del estado de alarma, cual intento de intercepción de una conexión cuántica.
Tras la recomendación de suspender las clases en toda España, millones de niños y jóvenes deberán continuar con su actividad educativa y social desde casa. El objetivo de esta drástica decisión, igual que en China o Italia, es frenar la epidemia de COVID-19.
En España el 9 % de los nacimientos se producen por reproducción asistida. El anonimato de los donantes de óvulos, espermatozoides o embriones está protegido por ley, algo que propone cambiar el Comité de Bioética de España, al entender que prevalece el derecho del menor a conocer sus orígenes biológicos. Este cambio disminuiría el número de donaciones.
La enfermedad infecciosa está acabando con la vida de un niño cada 39 segundos, un total de 800.000 niños solo el año pasado. Si se aumentaran las medidas de prevención y los tratamientos, se podrían salvar más de tres millones de vidas y se podrían prevenir otros cinco millones de muertes de menores en los próximos años.
El nobel de literatura Bertrand Russell veía solo dos razones para leer: disfrutar y fardar. Aquí repasamos la oferta editorial científica para niños y niñas atendiendo al primer motivo –aunque ambos no son excluyentes–.
Ante un grupo de jóvenes activistas, los gobiernos de España y otros ocho países se han comprometido en la cumbre del clima de Madrid a incluir a los más pequeños en las políticas y la toma de decisiones frente a la emergencia climática. Además de la importancia de contar con su opinión, son las personas más vulnerables a las enfermedades que se expanden por el calentamiento global.