Acaba de finalizar la primera campaña de excavaciones en este yacimiento vizcaíno, que dirige el investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana Joseba Rios Garaizar, cuyos resultados arrojarán luz sobre la evolución del hábitat al aire libre durante el Paleolítico en el Cantábrico.
La campaña de excavaciones dirigidas por Eudald Carbonell en Capellades (Barcelona) ha sacado a la luz láminas con filos cortantes que evidencian un cambio tecnológico importante en la especie neandertal.
Hace 10 años, en 2003, se inició un proyecto de investigación arqueológica relacionado con la Coves del Toll y las Coves Teixoneres de Moià (Bages, Barcelona). Este proyecto surgió de una pregunta muy sencilla: ¿Había competencia por los recursos entre los neandertales y los grandes carnívoros? Poco a poco, la información proporcionada por ambas cuevas ha permitido a los investigadores afrontar no solo esta cuestión, sino también introducir otros debates científicos.
Dibujos y fotografías de los cuatro alisadores descubiertos al suroeste de Francia. / Imagen cortesía del Proyecto Abri Peyrony e-l'Azé Pech-de.
Hasta ahora las costumbres lactantes de los primates extintos eran desconocidas. Una nueva técnica, basada en los niveles de bario de la dentición, ha desvelado que el bebé neandertal estudiado se alimentó con leche materna durante siete meses, y luego la compartió con sólidos durante otros siete.
Las últimas dataciones realizadas en La Güelga –una cavidad situada en los Picos de Europa– revelan que los neandertales y los humanos modernos coexistieron en la zona hace alrededor de 40.000 años. Así lo demuestra un estudio dirigido por investigadores de la UNED, que ha analizado los depósitos arqueológicos de la zona más alta del abrigo rocoso.
Un estudio del CSIC analiza la orientación de las estrías dejadas en los dientes por los utensilios. El trabajo muestra que los neandertales poseían un patrón de asimetría cerebral similar al del hombre actual, y que el uso preferente de una mano se establecía desde la infancia. Por otra parte, uno de los individuos estudiados cambió de mano dominante al final de su vida, debido a una infección bucal que afectó a su forma de utilizar las manos.
Desde que en 1856 se descubriera el primer neandertal en una cueva próxima a la ciudad alemana de Düsseldorf, sólo tres años antes de que Darwin publicase “El origen de las especies”, estos homínidos ocupan un lugar destacado en el imaginario popular. El profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Antonio Rosas, es uno de los mayores especialistas en neandertales. Si algo se puede destacar de este investigador es su compromiso con la divulgación de la ciencia.
El paso por el sur de Iberia de los últimos neandertales es más antiguo de lo que se pensaba y se remonta a hace unos 45.000 años y no 30.000, como se estimaba hasta ahora. Investigadores de la UNED han participado en la nueva datación de las muestras de dos yacimientos del centro y sur peninsular. Estos datos anulan la teoría de que sapiens y neandertales coexistieran en la Iberia del Pleistoceno superior.
Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha descubierto que los neandertales empleaban las alas de aves rapaces y córvidos para fines no alimenticios. Los investigadores creen que esta especie pudo haber usado las grandes plumas de estos animales como ornamentación, teoría que destierra la idea de que no poseían pensamiento simbólico y los acerca aún más al Homo sapiens.