Esta doctora en Química malagueña trabaja en la búsqueda de nanomateriales con nuevas propiedades que puedan ser usados en el futuro en terapias oncológicas. Recientemente su proyecto ha sido galardonado por el programa L’Oréal-UNESCO For Women in Science.
Hoy se han entregado en Madrid las bolsas de investigación del programa For Women in Science a científicas por sus trabajos en centros españoles en las áreas de nuevas terapias contra el cáncer, la integración segura de implantes, la toma de decisiones basadas en datos, materiales para los dispositivos del futuro y la relación materia-antimateria en el universo.
La investigación, liderada por un equipo español y realizada en ratones, demuestra cómo estas diminutas nanomáquinas son propulsadas por la urea presente en la orina, se dirigen con precisión al tumor y lo atacan con un radioisótopo que llevan en su superficie.
Un estudio con participación de investigadores de la Universidad de Granada abre de nuevo el debate científico sobre la validez de los modelos tradicionales de transporte de este metal precioso en la naturaleza. El trabajo revela cómo las nanopartículas de este elemento expuestas a fluidos hidrotermales tienen la capacidad de fundirse y producir nanofundidos.
En algunas regiones de Chile y otras partes del mundo el agua está contaminada de forma natural por arsénico. Para reducir las concentraciones de este elemento cancerígeno a niveles aptos para el consumo, esta ingeniera ha desarrollado un nuevo nanomaterial que se activa con luz solar.
Un equipo del Centro de Investigación del Cáncer han creado y evaluado in vitro e in vivo nanopartículas que mejoran terapias oncológicas y disminuyen su toxicidad
Dos equipos del CSIC colaboran para mejorar la eficacia de los medicamentos contra tumores y enfermedades autoinmunes. Para ello, desarrollan nanopartículas de óxido de hierro que podrán transportar los fármacos y actuar de manera localizada en el cuerpo del paciente, asegurando tratamientos personalizados con menos efectos secundarios que los actuales.
Langer, que cuenta con más de 1.400 patentes, 1.500 artículos científicos y unos 220 premios, entre ellos el Charles Stark Draper –el ‘Nobel’ de los ingenieros–, ayudó a crear la biotecnológica Moderna, que ha desarrollado una vacuna de ARN con la que ya se han comenzado a inmunizar cientos de miles de personas en Occidente. Precisamente, la tecnología que usa Moderna y el suero de Pfizer/BioNTech se basa en las nanopartículas que desarrolló este científico hace 40 años.
La nueva nanomedicina ya patentada, desarrollada por investigadores del Instituto de Tecnología Química del CSIC y la UPV, es más eficiente y menos agresiva que la quimioterapia. Además, mejora hasta 15 veces la actividad antitumoral del docetaxel, el fármaco más usado para el tratamiento del cáncer de próstata resistente a la hormonoterapia.
Inyectando nanopartículas poliméricas en los ojos de ratas ciegas se pueden estimular las neuronas retinianas y rescatar las funciones visuales, según una investigación desarrollada por científicos de la Universidad de Granada y otros centros internacionales. El avance abre una nueva vía en prótesis retinianas, con aplicaciones potenciales para la retinitis pigmentosa y la degeneración macular.