Científicos de la Universidad Politécnica de Valencia y otros centros de investigación han creado nanopartículas porosas para facilitar el suministro del fármaco docetaxel a las células de cáncer de próstata. Los resultados in vitro mejoran cien veces la actividad antitumoral de este medicamento.
Físicos de la Universidad Autónoma de Madrid y el CSIC han desarrollado un método para producir y ordenar nanopartículas de galio. El avance se podría aplicar en diversos campos, como la fabricación de biosensores para detectar enfermedades raras.
Las nanopartículas de plata se utilizan cada vez más en los productos de consumo como los de cuidado personal o de la industria médico-farmacéutica y alimentaria, o incluso en la ropa. Por eso, se prevé un aumento de su presencia en el medio ambiente donde pueden causar efectos nocivos en los organismos. Un equipo de investigadores españoles ha analizado, en peces cebra adultos, las secuelas a largo plazo.
Un grupo de la Universidad del País Vasco ha modelado y formulado una ley que establece la relación entre el tamaño y la elasticidad de diferentes nanopartículas sintéticas blandas, que hace que nanopartículas grandes puedan atravesar poros al menos diez veces menores que su tamaño, y otras más pequeñas no lo hagan. Esto puede dar lugar a diferentes aplicaciones para la caracterización de nanopartículas.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han participado en el desarrollo de un nuevo biomarcador que podría ser útil para conseguir un diagnóstico temprano y no invasivo de la enfermedad de Alzheimer mediante imagen de resonancia magnética.
Investigadores de la Universidad Jaume I y otros centros internacionales han desarrollado nuevos nanocompuestos con nanopartículas de plata y un semiconductor de wolframato, también con plata, que mejora 32 veces el rendimiento bactericida de los materiales empleados hasta ahora. El semiconductor atrae a las bacterias y las nanopartículas las neutralizan.
Una nueva herramienta basada en el uso de nanopartículas de carbono permite detectar antidepresivos en muestras de orina en a bajas concentraciones. El test, desarrollado por investigadores de la Universidad de Córdoba, podrá usarse para hacer un seguimiento de dosis terapéuticas, en casos de intoxicación por sobredosis o para aplicaciones de medicina forense.
Científicos de Sevilla han participado en la transformación de un medicamento contra el cáncer en nanoesferas, lo que permite una actuación más rápida y dirigida contra las células malignas, además de reducir algunos de sus efectos secundarios. Los resultados obtenidos ofrecen la posibilidad de comenzar ensayos clínicos que confirmen su eficacia en pacientes.
Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, CIC biomaGUNE y la Universidad Politécnica de Madrid han demostrado que un sistema de láseres especiales puede hacer que millones de nanopartículas de oro actúen como si fuera una sola. El avance se puede aplicar en biomedicina y fotónica, desde el tratamiento de tumores hasta la producción de energía, gracias a la capacidad de estas partículas para absorber o reflejar una luz determinada en función de su geometría.
Las nanopartículas de oro insertadas en microcápsulas de resina podrían aumentar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, al actuar in situ desde el interior de los tumores. De esta forma, según el estudio del un equipo internacional con participación de la Universidad de Zaragoza, se lograría reducir los habituales efectos secundarios en los tejidos sanos.