Las señales de estrés lanzadas por el retículo endoplásmico podrían explicar el mecanismo de muerte celular en el centro de un tumor y durante episodios isquémicos. Así concluye un estudio, liderado por investigadores de Cataluña, publicado en la revista Molecular and Cellular Biology.
Un estudio sobre proteínas implicadas en cáncer optimiza el descubrimiento de nuevos fármacos antitumorales. El trabajo, publicado en la revista PNAS, se ha desarrollado en la Universidad de Valencia y el Centro de Investigación Príncipe Felipe de la misma ciudad.
Un equipo del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) descubre que la proteína Mitofusina 2 proporciona a la célula la sensibilidad óptima para captar el estado de salud celular y articular la respuesta de reparación o apoptosis. Con esta nueva función, Mitofusina 2 se postula como una diana viable para intervenir en procesos neurodegenerativos y cáncer, entre otras patologías.
Científicos españoles han descubierto que la inflamación del tejido adiposo aumenta la muerte celular por apoptosis, favoreciendo el desarrollo de enfermedades metabólicas. Es más, el incremento de peso eleva el riesgo de inflamación de este tejido, por lo que multiplica las posibilidades de sufrir patologías asociadas a la obesidad, como la diabetes.
La joven investigadora y doctora en Biología Celular y Molecular formada en la Universidad de Oviedo Beatriz Caballero García está colaborando con el grupo del doctor Moshe Gavish en el Instituto de Tecnología de Israel (Technion). Comparte centro de investigación con el recientemente conocido premio Nobel de Química, Daniel Shechtman, descubridor de los cuasicristales, si bien ella se centra en la bioquímica del cerebro humano.
Beatriz Caballero en Jerusalén. Foto: B. C.
Una tesis doctoral, defendida en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), estudia la capacidad de provocar la muerte celular de la 4-HPR, un derivado sintético del ácido retinoico. La tesis, realizada por la bióloga Aintzane Apraiz, aplica dicho derivado a la leucemia linfoblástica aguda de células T (LLA-T).
El grupo de Muerte Celular y Cáncer del Centro de Investigaciones del Cáncer de Salamanca (USAL-CSIC) ha descubierto una nueva ruta inductora de muerte celular programada que impacta significativamente los estudios tradicionales sobre este proceso celular. Según ha comentado Felipe Pimentel-Muiños, jefe del equipo investigador, los resultados han señalado que "la maquinaria de inducción de muerte celular que normalmente se asumía que operaba en la mitocondria es capaz de operar desde otras localizaciones subcelulares de una manera totalmente independiente de la misma".
Por qué las plantas pierden sus hojas con la edad