La joven investigadora y doctora en Biología Celular y Molecular formada en la Universidad de Oviedo Beatriz Caballero García está colaborando con el grupo del doctor Moshe Gavish en el Instituto de Tecnología de Israel (Technion). Comparte centro de investigación con el recientemente conocido premio Nobel de Química, Daniel Shechtman, descubridor de los cuasicristales, si bien ella se centra en la bioquímica del cerebro humano.
Estudiar el proceso de muerte celular asociada a enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, el Alzheimer o la encefalitis hepática, además de las posibles dianas terapéuticas que puedan incidir en la muerte celular, es el objetivo que ha llevado a Beatriz Caballero a compartir centro de investigación con el último Nobel de Química Daniel Shechtman: el Instituto de Tecnología de Israel (Technion), tras recibir una ayuda del PCTI del Principado.
Uno de los principales objetos de su trabajo es ampliar el conocimiento sobre el receptor periférico de benzodiacepinas. Se trata de una proteína de la membrana exterior que envuelve las mitocondrias, a las que permite transmitir la orden de muerte celular programada en casos de procesos neurodegenerativos. En palabras de Beatriz Caballero, “esta proteína actúa como una especie de transportadora de colesterol. Frente al colapso asociado a procesos neurodegenerativos, la proteína permite que se transmita la orden de muerte celular desde la mitocondria al resto de la célula”. En este sentido, señala, “el grupo de investigación en el que me encuentro ha renombrado y descrito esta proteína (la 18 KDa translocator protein-TSPO) como translocadora mitocondrial clave en la muerte celular”.
Si bien la investigación se encuentra en una fase inicial, concretamente en las primeras etapas de puesta a punto del sistema celular para su estudio y primeros resultados preliminares, “identificar dianas celulares específicas en los procesos de muerte celular en condiciones neurodegenerativas podría favorecer, sin lugar a dudas, el establecimiento a largo plazo de nuevos tratamientos terapéuticos contra esas enfermedades”, afirma la joven doctora.
Tal y como explica Beatriz Caballero, también trabaja en el Technion el físico teórico gijonés Diego Rodríguez, que se centra en la teoría de cuerdas. En su caso, está contratado por el propio centro.
Un ambiente muy competitivo
Entre los retos de trabajar en el Technion, Beatriz Caballero destaca que en ocasiones es duro “el trabajo en un ambiente internacional y tremendamente competitivo”, aunque “este nuevo proyecto supone no sólo un avance en mi carrera de investigación en el campo de los procesos neurodegenerativos, sino también el aprendizaje de novedosas técnicas a nivel celular, molecular y genético que enriquecerán enormemente mi trayectoria en investigación”, señala.
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Formada en la Universidad de Oviedo, Premio Extraordinario de Licenciatura en Biología y premio de doctorado, Beatriz Caballero se doctoró en el grupo de respuesta celular al daño oxidativo que dirige la profesora de la Universidad Ana Coto Montes en el Departamento de Morfología y Biología Celular. En la actualidad, su trabajo está financiado a través del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación del Principado (PCTI), dentro del programa “Clarín” para investigadores postdoctorales.