La vacunación ha modificado el impacto de la covid-19 sobre la población. Aunque ahora hay la misma incidencia que en febrero de este año, el número de hospitalizaciones y muertes es mucho menor. Mientras no se vacune a los más jóvenes, serán necesarias las restricciones sociales. La pandemia aún no ha terminado.
El aumento del número de casos en población joven ha provocado un giro de timón en el devenir de la pandemia. Repasamos en cinco puntos qué se sabe sobre el patrón de transmisión en este grupo, su gravedad y su respuesta a las vacunas.
Un estudio sobre cultura científica en Educación Secundaria Obligatoria, liderado por la Universidad Complutense de Madrid, indica que desde el confinamiento en marzo la percepción de la ciencia ha caído entre los jóvenes. Tanto la confianza en su utilidad y progreso se han visto afectadas, sobre todo si las respuestas pertenecen a personas que se han infectado del virus.
Las imágenes de fiestas y botellones han vuelto a poner en el centro de las críticas a los jóvenes. Los expertos piden no estigmatizar al colectivo ni caer en el falso cliché de que las generaciones anteriores eran mejores. Las campañas para frenar la transmisión del coronavirus serán más efectivas si las protagonizan ellos y se eliminan paternalismos.
Ante un grupo de jóvenes activistas, los gobiernos de España y otros ocho países se han comprometido en la cumbre del clima de Madrid a incluir a los más pequeños en las políticas y la toma de decisiones frente a la emergencia climática. Además de la importancia de contar con su opinión, son las personas más vulnerables a las enfermedades que se expanden por el calentamiento global.
El número de niños desplazados por las tormentas en el Caribe se ha multiplicado por seis debido al impacto de la crisis climática. / UNICEF
Foto de grupo de los jóvenes activistas y representantes de Naciones Unidas y de los gobiernos firmantes de la Declaración. / @CelaaIsabel
Científicos de la Universidad de Granada han realizado la primera investigación sobre el sexting o envío de mensajes sexuales entre universitarios. El estudio, en el que han participado 900 estudiantes, revela que uno de cada tres estudiantes reconoce haber hecho alguna vez esta actividad a pesar de los riesgos personales y profesionales que entraña.
Es habitual calificar a los millennials y a la generación Z como menos respetuosos o inteligentes comparados con generaciones anteriores. Pero es todo una ilusión fruto de recuerdos sesgados, tal y como revela una investigación estadounidense. Este fenómeno no es exclusivo de nuestra sociedad: lleva repitiéndose más de 2.500 años.
Según un estudio liderado por investigadoras de dos universidades catalanas, la tendencia machista del reguetón se está rompiendo con la aparición reciente de mujeres jóvenes que han dado un giro a sus mensajes a través de letras que contienen un fuerte componente feminista.