Amadix, una compañía vallisoletana fundada por la investigadora Rocío Arroyo, ha desarrollado varias pruebas de sangre que se combinan con inteligencia artificial para la detección precoz de diferentes enfermedades oncológicas.
El GPT-4 puede analizar imágenes y tiene una mayor capacidad de razonamiento. Según sus creadores, la actualización de ChatGPT es capaz de procesar preguntas y órdenes así como generar respuestas más largas, hasta ocho veces más que la primera versión. Los expertos señalan que no debemos dejarnos engañar por su fluidez, ya que siguen basándose en correlaciones estadísticas.
Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer bajo el lema: Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género. “Vayamos con los ojos abiertos, porque hasta que esto se corrija pasarán unos años”, advierte la directora editorial de Nature en los ámbitos de química y medicina. En esta entrevista, habla de la ética del trabajo editorial y de las discriminaciones de la inteligencia artificial.
Dos nuevos terremotos han vuelto a sacudir Turquía en la noche de ayer. A la vista de estas réplicas y de los efectos tan catastróficos de estos fenómenos, cabe preguntarse por qué la ciencia no es capaz de saber cuándo y en qué lugar se producirán. Las nuevas técnicas de procesamiento masivo de datos mejoran la prevención sismológica, pero sigue siendo un desafío predecirlos.
Investigadores de las universidades de Valladolid y Viena han encontrado en la Biblioteca Nacional de España una comedia desconocida de Lope de Vega titulada La francesa Laura. Las herramientas informáticas de reconocimiento y transcripción de texto han sido esenciales para el hallazgo.
La Fundación BBVA ha galardonado a los estadounidenses David Baker y John Jumper y al británico Demis Hassabis por el desarrollo de herramientas de IA que han permitido conocer la estructura de casi todas las proteínas documentadas, tanto de humanos como de animales, plantas e incluso bacterias, un conocimiento que sirve para acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas, según el jurado.
Conseguir la trazabilidad de todo el sistema de inteligencia artificial, desde el principio hasta el final, es un imperativo para esta catedrática e investigadora de la Universidad de A Coruña, que bregó por llevar la sede de la Agencia Española de Supervisión de IA a la ciudad gallega. Entre las labores de esta organización está, justamente, la supervisión ética de los algoritmos.
La valenciana Quibim ha desarrollado algoritmos que permiten extraer e interpretar datos cuantificables de imágenes médicas de un tejido sin la necesidad de contar con una muestra, es decir, de forma no invasiva. Su actividad principal se centra en los tumores.
Científicos en EE UU han desarrollado un algoritmo de inteligencia artificial que analiza la huella digital que dejan los usuarios en Google y las redes sociales. De esta forma, el sistema es capaz de predecir el aumento de casos de covid-19 en un territorio con hasta seis semanas de antelación.