Muchas enfermedades infecciosas se transmiten a través de insectos vectores que, mediante su picadura, transmiten la enfermedad a diferentes hospedadores. Saber cómo esos insectos eligen a los hospedadores puede ayudar a determinar cómo se extienden las enfermedades que transmiten a los animales silvestres.
Investigadores del CSIC y otros centros internacionales han documentado un vuelo de 4.200 km sobre el océano Atlántico, desde África a la Guyana Francesa, realizado por mariposas Vanessa cardui. Esta especie es conocida por realizar el ciclo migratorio más largo en insectos que se produce entre Europa y África.
La frecuencia con la que los animales voladores, sean aves, insectos o murciélagos, agitan sus alas es proporcional a la raíz cuadrada de su masa corporal dividida por el área alar. Investigadores daneses han dado con esta fórmula, que también se puede aplicar para animales nadadores como las ballenas y los pingüinos.
Técnicas de imagen, IA y una mosca robótica. Así han analizado investigadores de EE UU el funcionamiento de esta complicada articulación de los insectos. Los resultados podrían aportar información sobre las innovaciones biomecánicas que condujeron a la evolución de su vuelo.
Al contrarío de lo que se podría pensar, estos pequeños animales no se dirigen directamente hacia el foco luminoso, sino que inclinan su dorso hacia él, lo que desvía y modifica de forma errática su trayectoria. Con luz natural, sin embargo, este mismo comportamiento les ayuda a mantener su posición correcta en el aire. Un equipo de biólogos lo ha investigado y grabado con cámaras de alta velocidad.
Un equipo de investigación ha demostrado que sin la intervención de una proteína, denominada miostatina, los escarabajos de la harina no pueden pasar a la edad adulta y serían larvas durante todo su ciclo de vida. El trabajo ha sido dirigido por el Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona.
Científicos de la Universidad del País Vasco y de la Estación Biológica de Doñana han estudiado un grupo de murciélagos de cueva (Miniopterus schreibersii) en la Sierra de San Cristóbal, ubicada en el Puerto de Santa María, en Cádiz. Esta colonia llega a eliminar unas 60.000 polillas de procesionaria cada noche durante buena parte de los meses de agosto y septiembre.
El declive global de insectos produce un desequilibrio en los ecosistemas y afecta a la seguridad alimentaria por la ausencia de polinizadores. El biólogo Jonatan Rodríguez, junto con varios colaboradores, acaba de publicar un libro que recopila la información más actualizada sobre cómo influyen las especies exóticas en la diversidad de estos seres vivos. El texto incluye tanto casos de estudio concretos, como evidencias globales.
Científicos del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja, con participación del CSIC, han determinado la presencia de cinco especies de este tipo de insectos que no suelen habitar en ambientes semiáridos. Entre ellas, la ‘Simulium mellah’ fue hallada en el Campo de Tabernas. El estudio aporta nuevos datos sobre marcadores moleculares que ayudan a una mejor identificación de especies potencialmente peligrosas para animales y humanos.
Miles de especies están siendo dispersadas continuamente fuera de sus territorios originales como consecuencia de las actividades del ser humano. Ese el caso de la expansión poblacional de este insecto en las comunidades europeas con efectos impredecibles.