Una investigación de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona indica que el consumo de fruta modula la funcionalidad del organismo de manera diferente si se come en la época del año que corresponde o fuera de temporada. Por ejemplo, el equipo ha demostrado en ratas que comer cerezas puede alterar el reloj molecular del tejido adiposo si no se hace en su estación.
El Persimon es una variedad de caqui que lleva pocos años en el mercado, más dulce y menos blando que su pariente. Lo ha desarrollado un equipo de científicos valencianos con Mª Luisa Badenes a la cabeza. Esta es la historia de un invento que va del laboratorio al frutero.
Un estudio realizado en Granada analiza un tipo de pan enriquecido con fibra soluble, proteínas y fruta desecada que reduciría el consumo de alimentos entre comidas y, por lo tanto, permitiría controlar de forma adecuada el consumo de energía. Este panecillo incorpora un 22% de frutas secas en su composición y una mezcla equilibrada de cereales.
Los primates, humanos y no humanos, tienen un cerebro grande no tanto por ser sociables, sino más bien por lo que comen, según un estudio de la Universidad de Nueva York (EE UU). La investigación contradice la hipótesis del cerebro social, que atribuye el tamaño cerebral únicamente a la socialización y revela que los primates que comen frutas tienen alrededor de un 25% más de tejido cerebral que las especies que comen plantas.
Beber más de cinco vasos por semana de bebidas azucaradas o edulcoradas, incluidas las bebidas light y los zumos de fruta, aumenta la obesidad abdominal, la hipertensión arterial y los niveles de triglicéridos en sangre, y reduce el colesterol bueno. Son las principales conclusiones de una investigación realizada con 1.868 personas de entre 55 y 80 años con un alto riesgo cardiovascular y publicada en el Journal of Nutrition.
La fruta fresca es un ser vivo que, tras ser arrancado del árbol, continúa su acción fisiológica y de maduración. Durante este proceso, la fruta sufre la actividad de mohos que provocan finalmente la podredumbre. La lucha contra los mohos supone un importante reto para el sector frutícola por las pérdidas que ocasiona en la producción de frutas. Investigadores de la universidad de Extremadura comprueban la eficacia de dos cepas de levaduras antagonistas que inhiben o disminuyen el crecimiento de mohos en la fruta. El biocontrol se perfila como una alternativa a plaguicidas sintéticos.
Un equipo de investigadores ha descubierto tres nuevas especies de mosca de la fruta pertenecientes al género Acanthiophilus. Estos insectos habitan en África, Europa y Asia, y, aunque algunos son un buen mecanismo de control contra el crecimiento excesivo de maleza, otros suponen una plaga seria que daña cultivos y ocasiona graves pérdidas económicas.
Una investigación española, liderada por el centro de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) en Cataluña, demuestra que los melocotones infectados con el hongo Monilinia no se pudren si son tratados con microondas. Tras tres años de ensayos, los investigadores han logrado eliminar el hongo sin afectar a la calidad de la fruta.
La cerveza emite un olor, el mismo que se disfruta al tomarla, que atrae a las moscas, lo que permite a la levadura conseguir un medio de transporte para reproducirse. Este caso podría revelar un patrón general de simbiosis entre microorganismos e insectos, según apunta un estudio de investigadores de la universidad belga de Lovaina.
Con los últimos avances en biotecnología que permiten la edición de los genes, científicos de centros italianos plantean la posibilidad de que las frutas y otros cultivos puedan mejorarse solo con pequeños retoques genéticos. Según creen, podrían tener mayor aceptación en la sociedad que los transgénicos, especialmente en Europa.