Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana rebaten un estudio publicado en la revista PNAS en el que un diente de un herbívoro, hallado en el yacimiento chino de Fuyan cave, fue clasificado como humano.
Una investigación en la que participan científicas de la Universidad de A Coruña ha logrado secuenciar el genoma mitocondrial más antiguo del ancestro inmediato de las vacas modernas analizado hasta la fecha. Los restos, de unos 9.000 años, aparecieron al lado de una mujer. ¿Por qué iban con ella, si aún no se había domesticado el ganado? ¿Pertenecen a antepasados de las actuales vacas ibéricas?
Los restos de Pelecanimimus polyodon, hallado en 1993 en el yacimiento de Las Hoyas (Cuenca), revelan nuevos detalles sobre la evolución anatómica de estos dinosaurios emparentados con las aves modernas.
El nombre de este animal es Canis orcensis, pesaría entre 15 y 20 kg y vivió hace 1,6 millones de años en la localidad andaluza que le ha dado el nombre. Su hallazgo lo lidera Bienvenido Martínez-Navarro, investigador ICREA y profesor asociado de la Universidad Rovira i Virgili.
Los colmillos del individuo H3, conocido como el Chico de la Gran Dolina, y del individuo H1, a partir del cual se definió la especie Homo antecesor en el yacimiento de Atapuerca en Burgos, han permitido estimar por primera vez su sexo. El estudio demuestra que en, realidad, el fósil H3 pertenecía a una niña de entre 9 y 11 años.
Un equipo de paleontólogos ha descrito fósiles de lince ibérico de unos 40.000 años de antigüedad en el yacimiento de Ingarano, en Italia. Los restos, extremadamente bien conservados, representan el registro más al sur de Italia y más al este de Europa de la especie, que por causas desconocidas se extinguió en ese momento en la zona, donde era de un tamaño mayor, y quedó restringida a su área de distribución actual en la Península.
La respuesta a esta pregunta ha intrigado a los paleoantropólogos desde hace décadas. Pero gracias a la reconstrucción de las capacidades auditivas de fósiles neandertales, los científicos tienen ahora la prueba de que los humanos modernos no hemos sido los únicos en poder hablar.
Un equipo de científicos españoles y marroquíes ha descubierto seis dientes fósiles de macaco en el yacimiento de Guefaït, al noreste de Marruecos, de 2,5 millones de años de antigüedad. Su morfología es más parecida a la de la subespecie africana actual que a las formas fósiles de Europa, lo que aporta nuevas pistas sobre su dispersión en el pasado.
El análisis de los fósiles de un adulto y de dos ejemplares juveniles de tigres de dientes de sable, descubiertos juntos en Ecuador en los años 60, desvela sus secretos de familia. Estos félidos gigantes de la Edad de Hielo, que pudieron ser hermanos junto a su madre, crecieron con bastante rapidez, pero pudieron quedarse con su progenitora durante más tiempo que otros felinos antes de forjar su camino.
El paleontólogo español Adán Pérez García, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, ha descrito una nueva especie de tortuga gigante de caparazón blando europea, más antigua que todas las conocidas en su categoría. El reptil habitaba los ríos belgas hace unos 55 millones de años.