Un grupo de investigadores del Laboratorio de Materiales Celulares del Departamento de Física de la Materia Condensada de la Universidad de Valladolid participa en el proyecto Nancore, que persigue el desarrollo de nuevos materiales celulares para el aligeramiento de estructuras en la industria eólica y en las del transporte marítimo y ferroviario. Este proyecto está financiado por la Unión Europea dentro del VII Programa Marco de investigación y cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros.
La innovación no sólo es cosa de nuevos sectores. Es el ingrediente que ha llevado a una joven empresa asturiana del metal a consolidarse en quince años dentro de un sector que, por estar ya muy explotado, presenta pocas oportunidades. Pero no sólo eso: además de haber desarrollado métodos, procesos y máquinas innovadoras, la compañía está a punto de dejar de ser una PYME porque se ha convertido en una gran empresa. Entre sus nuevos desarrollos, Idesa ha diseñado buena parte de la maquinaria de fabricación que utiliza y con la que fabrica bienes de equipo de grandes dimensiones que se emplean en sectores como el petroquímico, químico, energético o aeronáutico, entre otros.
José Manuel López, a la izquierda, junto a José Manuel García Sánchez. Fotografía: FICYT.
Hoy los nuevos modelos de turbinas de gran tamaño y las mediciones convencionales de la velocidad del viento con mástiles meteorológicos no son factibles debido a su coste y a sus planteamientos técnicos. Por ello, investigadores de la Cátedra de Energía Eólica (SWE) en la Universidad de Stuttgart están trabajando con investigadores de la Universidad de Oldenburgo en una técnica alternativa de sensores remotos.