En el Museo del Prado hay narices y barbillas que revelan las intimidades genéticas de los Austria. Hay personajes distorsionados que sugieren problemas visuales del pintor, emperadores enfermos que desvelan una dieta poco saludable y batallas navales que recuerdan a los galeotes con escorbuto. Son algunas de las historias que se ocultan tras los lienzos del museo y que hemos sacado a la luz con la ayuda de dos científicas.
Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores y del Museo de Bellas Artes de Sevilla han comparado una obra original de El Greco con otra del mismo estilo pintada por un seguidor. Los resultados revelan que el maestro utilizaba pigmentos con una composición química particular.
Anotación manuscrita atribuida al Greco.
La Natividad, de El Greco.