Investigadoras de la Universidad de Córdoba han conseguido mitigar el estrés oxidativo provocado por el famoso plaguicida DDT en ratones mediante una dieta enriquecida en selenio. Los expertos están actualmente estudiando la capacidad protectora y regeneradora de otros compuestos, como, por ejemplo, el mosto de la uva Pedro Jiménez.
Pesticidas como el DDT, el hexaclorobenceno y el lindano fueron prohibidos en España desde los años 70. Sin embargo, la presencia de estos compuestos todavía permanece en la población como demuestra un estudio de investigadores canarios, que ha detectado la presencia de alguno de estos plaguicidas en el 88% de los habitantes de la isla de Tenerife.
Una investigación con participación del CSIC revela cómo una mutación provoca la resistencia al insecticida DDT por parte del mosquito portador de la malaria, al producir cambios en el centro activo de la enzima que permiten el metabolismo del insecticida. El hallazgo abre las puertas al desarrollo de nuevos compuestos más efectivos.
Las mujeres almacenan en su organismo niveles de DDE, principal metabolito del plaguicida diclorodifeniltricloroetano o DDT, que prácticamente duplican a los detectados en hombres. En España este plaguicida se prohibió en la década de los 80 por sus efectos nocivos sobre la salud humana.
Un estudio internacional en el que ha participado el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) demuestra cómo los huevos de estorninos son útiles para realizar un seguimiento de compuestos organohalogenados a escala mundial.
Investigadores españoles demuestran que la exposición de las embarazadas a un compuesto químico, conocido como DDE, está asociada con un rápido aumento de peso del bebé durante los primeros seis meses de vida. Este incremento potencia el riesgo a padecer obesidad durante la infancia.