Ya son más de mil, y el número sigue creciendo, los científicos que se han adherido a la declaración de apoyo a la acción directa no violenta ante la emergencia climática. Este manifiesto, impulsado tras las acciones civiles de las últimas semanas, está firmado por investigadores de todo el planeta, entre ellos treinta de centros españoles.
Cuando Biruté Galdikas llegó para instalarse en las selvas de Indonesia, hace casi 50 años, apenas había información sobre Borneo y menos aún sobre sus habitantes más solitarios: los orangutanes. Hoy es la mayor experta mundial en su comportamiento y continúa, a sus 73 años, estudiando y defendiendo sobre el terreno la conservación de esta especie en peligro de extinción.
El primer estudio sobre las contribuciones de los ecosistemas a la humanidad refleja que la capacidad de la naturaleza para satisfacer las necesidades de la gente está disminuyendo. El informe asegura que dentro de 30 años, más de 5.000 millones de personas –en la actualidad viven 7.600 millones– sufrirán la inseguridad alimentaria, la contaminación del agua y el aumento de tormentas costeras.
El periodo reproductor de algunas aves marinas de diferentes regiones del Ártico se está adelantando como consecuencia del aumento de temperaturas que causa el cambio climático. Así se desprende de un artículo publicado en la revista Global Change Biology, que cuenta con la participación de Francisco Ramírez, científico de la Universidad de Barcelona.
El estrecho de Gibraltar es un lugar de migración por cielo y mar. Miles de pájaros se reúnen allí para cruzar el océano hacia África. Torres eléctricas y molinos eólicos salpican el paisaje y dificultan su vuelo. Otra amenaza que no se percibe a simple vista, la del calentamiento global, está cambiando las rutas y la vida de estas especies.
Hoy se celebra la Cumbre de Acción Climática en la sede de Nueva York de la ONU. Mandatarios, grandes corporaciones y sociedad civil se reúnen a las puertas de la Huelga Mundial por el Clima convocada para el próximo viernes ante la inacción política y datos científicos que destacan la urgencia climática.
Millones de estudiantes se movilización contra el cambio climático. / Andrea Arnal
Junio y julio de 2019 han sido declarados los meses de junio y julio más cálidos del planeta desde que hay registros (1880) y la extensión de hielo marino fue la menor para un mes de junio y de julio desde que ésta se monitoriza por satélite (1979). El otoño astronómico, que comienza el día 23, será probablemente más cálido de lo habitual en la Península y Baleares, según un avance de la previsión estacional que ha presentado hoy la Agencia Estatal de Meteorología.
Debido a los eventos extremos de fusión que afectan al Ártico, se están formando enormes placas heladas de varios metros de espesor que impiden la filtración del agua a través de la nieve porosa. Como consecuencia, ese caudal procedente del deshielo acaba en el océano, aumentando su nivel aún más de lo esperado.
Un nuevo estudio indica que la Tierra experimentará sequías cada vez más frecuentes y extremas que las que han tenido lugar hasta ahora. Esta situación se agravará tanto por el cambio climático como por los flujos entre la superficie de la tierra y la atmósfera, lo que planteará grandes riesgos para el planeta y la vida humana.