Un documental realizado por investigadores de la Universidad de Zaragoza, en el que se describe el primer cocodrilo marino del Jurásico en España, ha obtenido el primer premio de la XIV edición nacional del concurso Ciencia en Acción en la modalidad de Cortos Científicos.
Durante el Mioceno América del Sur estuvo poblada, por lo menos, de hasta 14 especies de cocodrilos, 7 de las cuales compartían la misma zona geográfica, “un fenómeno nunca observado en especies actuales”, según un estudio liderado por la Universidad de Zúrich que cuenta con participación española. Todas desaparecieron debido a la elevación de los Andes, que modificó el curso de los ríos.
A diferencia del ser humano, que es incapaz de regenerar un diente perdido, muchos animales son capaces de recuperar piezas dentales gracias a células madre que se activan en caso de necesidad. Un equipo de científicos investiga cómo los dientes de los aligátores vuelven a crecer. Creen que podrían aplicarlo a humanos en el futuro.
Investigadores de las universidades de Zaragoza y de Edimburgo, han descrito un nuevo cocodrilo marino del Jurásico, procedente de Ricla (Zaragoza), que convivió con los dinosaurios. Maledictosuchus riclaensis (cocoldrilo maldito de Ricla) es el ejemplar de cocodrilo marino más antiguo y mejor preservado de la Península Ibérica. Su nombre se debe al pueblo donde fue hallado y a los casi 20 años que ha tenido que esperar para ser estudiado.
Ilustración de cómo se cree que fue el ‘Cocodrilo Escudo’
Una investigación estadounidense, que se publica hoy en la revista Science, demuestra que algunos dinosaurios y reptiles del Mesozoico (hace unos 250 millones de años) podían ver en la oscuridad y mantenerse activos durante la noche. Estos resultados contradicen la creencia de que estos animales sólo actuaban de día debido a restricciones energéticas.
Pakasuchus kapilimai, que no era más grande que un gato y que vivió durante el Cretácico medio en Tanzania, tenía características inusuales para un cocodrilo, un ejemplo de ello son sus dientes.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto en la cuenca del Rift Rukwa, al suroeste de Tanzania, los fósiles de un antiguo cocodrilo (Pakasuchus kapilimai) que tenía dientes similares a los de los mamíferos. El estudio, que publica esta semana la revista Nature, sugiere que estas criaturas eran abundantes en lo que es hoy la África subsahariana durante el Cretácico medio (hace entre 80 y 110 millones de años).
Los cocodrilos del Cretácico (Pakasuchus kapilimai) tenían una dentadura similar a la de los mamíferos y una columna inusualmente flexible, y cazaban libélulas en una antigua planicie aluvial de Tanzania.