Un nuevo estudio, liderado por el CNIO, demuestra que, en respuesta a un exceso de nutrientes, la proteína MCRS1 sirve de ‘interruptor’ de mTOR, una proteína alterada en cáncer, diabetes y desórdenes asociados al envejecimiento. Los resultados indican que el bloqueo de esta proteína podría ser eficaz para el tratamiento del cáncer y de la diabetes, sobre todo.
En 2013, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid se unieron para desarrollar nuevos fármacos contra los tumores pediátricos. Su cartera de investigaciones ha pasado de 9 ensayos clínicos en sus orígenes a 25 en la actualidad. Su labor es imprescindible porque "lo que funciona para los adultos puede no funcionar para los niños", afirman los investigadores.
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas han descrito cómo los genes Notch protegen contra el cáncer de vejiga, mientras que en otros tumores actúan como oncogenes. Además, los expertos advierten que los fármacos que inactivan Notch de forma no específica podrían aumentar también el riesgo.
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas han descrito cómo suplementos en la dieta de nicotinamida ribósido, un derivado de la vitamina B3, previenen el desarrollo de tumores de hígado e inducen su regresión en ratones. El trabajo ha contado con el primer modelo de ratón que reproduce fielmente todas la fases del hepatocarcinoma humano.
Con motivo de su 40º aniversario, la revista Cell ha elaborado un listado con los 40 investigadores más relevantes del mundo que aún no han cumplido 40 años. El español Óscar Fernández–Capetillo, que desarrolla compuestos con actividad antitumoral, se encuentra entre ellos.
El bloqueo de la proteína Cdh1, propuesta anteriormente como supresor de tumores, impide el crecimiento celular y podría ser utilizada con fines terapéuticos. La investigación, realizada por científicos españoles, podría acelerar el desarrollo de nuevos tratamientos dirigidos contra el cáncer.
Cráneos de ratones normales (panel superior) y ratones deficientes en Cdh1 (panel inferior), cuyo volumen está aumentado debido a la hidrocefalia y defectos en la proliferación de las células progenitoras neuronales. / CNIO
Un estudio del CNIO propone un original modelo que explicaría cómo las regiones del genoma que se copian más tarde facilitan el nacimiento de nuevos genes con funciones específicas de tejidos y órganos. El orden de copia del ADN durante la división celular refleja la historia evolutiva de los seres vivos: los genes más antiguos se copian primero, mientras que los que aparecieron más tarde lo hacen después.
Un trabajo liderado por investigadores del CNIO identifica un nuevo mecanismo que regula la estabilidad de los genomas y la proliferación celular. Los resultados abren la posibilidad de que esta molécula se convierta en una nueva diana terapéutica para el tratamiento de tumores.